La Federación de Pescadores Escoceses (SFF, por sus siglas en inglés) ha lanzado una dura crítica contra los planes del Gobierno de Escocia para desplegar hasta 40 GW de capacidad de energía eólica marina de aquí a 2040. La organización, que representa a buena parte del sector pesquero del país, reclama una moratoria inmediata en la concesión de autorizaciones, advirtiendo que la expansión de los parques «causaría daños irreversibles al medio ambiente marino» y pondría en riesgo la supervivencia de las flotas en sus caladeros históricos.
“Una estampida” contra la pesca
En un comunicado difundido este jueves, la directora ejecutiva de la SFF, Elspeth Macdonald, calificó el proyecto del Ejecutivo de Edimburgo como «una estampida» en la que no se tiene en cuenta el impacto sobre la pesca, «una de las industrias ecológicas originales de Escocia».
«Durante generaciones hemos servido alimentos saludables, renovables y sostenibles, y ahora nos están dejando de lado por proyectos que parecen la última apuesta de un gobierno para revivir una economía en crisis», denunció Macdonald.
Demanda de garantías
La patronal pesquera subraya que no se opone al desarrollo de energías limpias, pero exige que se demuestre primero que «la industria y los mares estarán protegidos». Hasta entonces, insiste, la «única opción responsable» es frenar en seco la expansión planificada de la eólica marina.
Un pulso entre renovables y pesca
El choque entre el sector pesquero y los planes de transición energética abre un debate de fondo en Escocia: cómo compatibilizar el impulso a las renovables con la preservación de actividades tradicionales y con un ecosistema marino cada vez más presionado.
La meta de 40 GW en 2040 sitúa a Escocia entre los líderes europeos en energía eólica offshore, pero también multiplica los temores de los pescadores sobre la reducción de espacios de faena, la alteración de hábitats y la pérdida de empleos en comunidades costeras dependientes del mar.
Por ahora, el Gobierno escocés no se ha pronunciado sobre la petición de moratoria, mientras la SFF advierte que continuará movilizándose para que la voz de los pescadores sea escuchada en la transición energética del país.
