Los pescadores de L’Escala (Girona) han protestado este sábado con una sardinada popular por la nueva norma de pesca de la sardina del Ministerio del ramo, una cuota que, afirman, «pone en peligro» la «supervivencia» del sector del cerco.
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En el acto se ha leído un manifiesto de apoyo al sector pesquero y que explicita el rechazo de la cofradía de pescadores, del Govern catalán y de los municipios costeros de la zona a la nueva legislación del Gobierno, que, se indica, pretende ampliar la veda actual del sector a cuatro meses, en los que estará prohibido pescar sardinas pero no el resto de especies y que se sumarán a los dos meses de parada biológica que ya hacen.
Los pescadores indican que «es imposible triar» y su cumplimiento implicará la obligación del lanzar al mar la sardina ya muerta que encuentren en las redes, por lo que piden «abrir negociaciones de forma inmediata para definir un futuro del sector que no acabe con la flota catalana».
Un comunicado del Ayuntamiento de L’Escala publicado en la web del consistorio indica que al acto han asistido, entre otros, el conseller de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, el alcalde de la localidad, Josep Bofill, y el patrón mayor de la cofradía del municipio, Josep Lluís Sureda
El alcalde de la localidad ha dicho que los vecinos de L’Escala deben «mucho» al pasado marinero de la ciudad y que quieren «un futuro» para el sector, por lo que ha subrayado el apoyo del ayuntamiento a los pescadores.
La sardina, según fuentes del sector, supone en torno al veinticinco por cierto de las capturas anuales de las cofradías catalanas. El año pasado se pescaron en Cataluña unas cinco mil toneladas de este pescado.