«Cataclismo», «catástrofe»,… Los pescadores bretones, al igual que sus vecinos normandos, están en pie de guerra en el enfoque del Brexit, que podría privarlos de una gran parte de sus recursos pesqueros y crear enormes tensiones en el canal. «Un Brexit sin acuerdo para los pescadores, va a ser un verdadero desastre. Estamos al borde de una guerra en el Canal. Alain Coudray, presidente del comité de pesca de Côtes-d’Armor, no engaña en su oficina bordeada por un enorme mapa de la costa bretona. Cerca de 120 embarcaciones pescan al menos una parte del año en aguas británicas.
El mayor temor de los pescadores bretones, como el de los pescadores normandos: un Brexit duro, sin acuerdo con el Reino Unido, que prohibiría el acceso a las aguas británicas durante la noche. «Sería un cataclismo», reconoce Olivier Le Nezet, presidente del comité de pesca bretón.
El pescado capturado en aguas británicas, «es el 30% de las ventas en subasta en Gran Bretaña», fue la primera región francesa para la pesca, según Jacques Doudet, secretario general del Comité Regional de Pesca.
Entre los primeros interesados se encuentran los buques de alta mar que pescan en mar abierto. «Tenemos la impresión de ser olvidados Brexit», dice Dominique Thomas, propietario del Ecume des jours, un barco de 21 metros que pesca el 90% en aguas británicas, el Canal Occidental y el Mar Céltico. .
Su tripulación entrega rape, raya o abadejo todos los miércoles en el puerto de Roscoff (Finisterre). Si se prohíben las aguas británicas, «terminaremos con los belgas y los holandeses en el Canal Occidental y no tendremos suficiente espacio, habrá más convivencia», advierte. «Habrá accidentes con los buques de carga y el recurso será destruido por la pesca excesiva. »
Su temor también es que todos los pescadores sean penalizados en última instancia por el Brexit, a través de un efecto dominó que haría que la costa se acercara a la costa e invadiera las áreas de pesca de sus colegas. «Va a ser una guerra entre redes de enmalle, palangreros y arrastreros», dice Thomas. «Vamos a venir a hacer su pan. »
Bretaña tiene unos 5.000 pescadores para más de 1.200 barcos. Y seis de los diez puertos pesqueros franceses más grandes son bretones, según una clasificación de la Unión de Puertos de Francia. El puerto de Lorient es el No. 1, tanto en términos de facturación como en tonelaje de pescado vendido en una subasta.
Se prevén paros temporales en el trabajo, financiados por fondos europeos, en caso de Brexit duro. «Nos pagarían el 70% de nuestra facturación de 2017 para permanecer paralizados», explica Dominique Thomas. «Pero usted no compra un bote para quedarse en la piscina. Y luego, el abismo va más al permanecer a lo largo del muelle en el mar.
Tal decisión también podría penalizar a toda la industria, desde la construcción naval hasta la reparación de embarcaciones, a través del procesamiento del pescado.
