El futuro de la pesca del atún rojo en las almadrabas gaditanas para la próxima temporada se juega en Egipto. El organismo que se encarga de velar por la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT) se reúne esta semana en El Cairo para fijar las cuotas de pesca que estarán vigentes el año que viene. Este organismo lo componen 52 países y cinco tienenel estatus de colaboradores. Los almadraberos confían en que haya un cambio de tendencia y se abra, por fin la mano, a una ampliación mayor de cuota ante la recuperación de la especie. Sin embargo, este deseo es solo un canto a la esperanza.
La ICCAT cerró el año pasado este debate en su reunión anual, celebrada entonces en Vila do Lobo (Portugal), advirtiendo de que la cuota se mantendría hasta 2025, algo que los almadraberos consideraron insuficiente argumentando que la especie ya se ha recuperado, a tenor de los últimos informes técnicos y también por la masiva presencia de atunes en el Estrecho en primavera.
La flota pesquera española ha contado con una cuota de 6.784 toneladas de captura de atún rojo durante la campaña de 2023, lo que ha significado un incremento del 10% con respecto a 2022. De esa cuota, las almadrabas se han repartido 1.643 toneladas este año. Como consecuencia de la buena situación del atún rojo, el ICCAT adoptó un proceso de gestión con un mecanismo que se basa en un ciclo de 3 años, con un 60 % de probabilidad de que se mantenga el estado del stock.
Aún hay margen de ampliación. «Las reservas están en buen estado pero existe margen de mejora en aguas como las mediterráneas, o a escala mundial, en la vigilancia de los derechos de los marineros », según Ernesto Penas, presidente de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).
El sector, sin embargo, consideró entonces insuficiente esta cuota para este arte de pesca milenario y, de nuevo, pelea ahora ante en la ICCAT,para que abra la mano y amplíe la cuota a todas las almadrabas del país.
Mejora de la especie
El aumento de la cuota en 2023 ha sido fruto de la mejora que sufre la especie en materia de reproducción, sin embargo, la asignación a las almadrabas gaditanas fue a todas luces «insuficiente» ante la abundante presencia de atunes en el Estrecho desde el inicio de la primavera, lo que obliga a soltar ejemplares de los copos almadraberos cada vez que se produce una ‘levantá’. Los responsables del sector lamentan que la cuota asignada se haya congelado hasta 2025, es decir, será la misma salvo modificación de última hora. El sectorquiere volver a la época de esplendor de la pesca de 1999.
En 2006 la cuota fue de 1.417 toneladas, tres años después, 887, en 2012, 657 y, al año siguiente, 660 toneladas. En 2014, teniendo en cuenta la recuperación de la especie, la ICCAT acordó un aumento de cuotas a partir de la siguiente temporada. Así, en 2015, la cuota quedó establecida en 774 y en 2021 ya había aumentado al doble, al asignar casi1.500 toneladas.
El incremento que ha sufrido la cuota en 2023 es consecuencia de una buena situación del atún rojo, lo que permitió al ICCAT abrir la mano levemente y adoptar un proceso de gestión con un mecanismo que se basa en un ciclo de 3 años, con un 60% de probabilidad de que se mantenga el estado del stock.
En cinco años, entre 2018 y 2023, la cuota de pesca de las almadrabas es de1.643 toneladas de las que la almadraba de Barbate ha tenido asignadas 454 toneladas, mientras que la dee Zahara 426, la de Conil 413 y la de Tarifa 349. No obstante, almadrabas como la de Barbate, que explota la firma Petaca Chico, optó, un año más, por sumar cuota comprando para ello parte de ellas en pesquerías del Cantábrico y País Vasco. La firma Petaca Chico, según confirmaron en su momento compró 454 toneladas fuera de Cádiz.
Desde la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP51), que integra a las almadrabas de Conil, Zahara y Tarifa, que operan bajo la marca de Gadira, se ha puesto de manifiesto que el 30% de las capturas se han ido al mercado de Japón y el resto se ha repartido entre el mercado nacional y el internacional