La empresa valenciana Laserfood está revolucionando el etiquetado de alimentos a través de su tecnología patentada que ha conseguido liberar a ciertos alimentos del etiquetado habitual, logrando imprimir las etiquetas directamente en la piel.Para ello Laserfood, como su nombre indica, se sirve de un láser diseñado para ser utilizado en exclusiva por el sector de la alimentación de frutas y verduras. Una industria, la hortofrutícula de la cual proviene su fundador y actual CEO, Jaime SanFelix, quien dispuesto a encontrar una solución adecuada para evitar la pérdida de etiquetas en frutas y verduras, no cesó hasta dar con el innovador sistema.
Ahora que la UE comienza a luchar contra el exceso de residuos plásticos en todos los países miembros, y que la conciencia ecológica y las formas alternativas de consumo se imponen de manera más llamativa en la sociedad, la alternativa que ofrece Laserfood puede convertirse en la solución para que empresas y distribuidores del sector den con una solución ante el fin de los plásticos de un solo uso.
Los orígenes de Laserfood se remontan a 2007. Años antes su fundador Jaime SanFelix llevaba tiempo intentando encontrar una forma de grabar frutas y verduras de forma permanente. En aquel entonces no se pensaba en ahorrar plásticos y papel, si no en mejorar la trazabilidad de estos y evitar los daños que puede ocasionar un alimento sin identificar.
«Si una naranja pierde su etiqueta autoadhesiva solo es una naranja, no puede saberse más de ella», explica Stephane Merit responsable de desarrollo internacional en la compañía. «Es decir no puede indicarse su origen, variedad, marca o incluso fechas de recogida».
El empeño de SanFélix por dar con una solución más óptima a la trazabilidad de frutas y verduras le llevó hasta el Parc Científic de la Universitat de València (PCUV). Allí existía un departamento que trabajaba en exclusiva con láseres y empezaron a colaborar juntos.
Fue en este departamento de la universidad valenciana donde la empresa ha desarrollado, investigado y encontrado la tecnología que posteriormente convertiría en única a Laserfood. Un láser único que permite marcar frutas y verduras de forma permanente sin afectar la vida comercial del producto y teniendo una marca comercialmente viable. En la actualidad los laboratorios de investigación de la empresa siguen estando en el PCUV.
Lo que permite Laserfood por tanto es etiquetar estos alimentos directamente sobre la piel, evitando tener que utilizar etiquetas autoahdesivas o flowpack adicionales para poder identificarlos. Pero la compañía no es una empresa láser, «venimos del sector hortofrutícula y hemos buscado una solución para este sector», recalca Stephane Merit.
Lo cual puede traducirse en que la tecnología desarrolladas no son sistemas que puedan servir para otras aplicaciones. Lo que se ha generado es “una serie de máquinas que cuentan con un sistema software y una tecnología pensadas para trabajar en el entorno de un almacén de frutas y verduras, es decir, son máquinas que pueden marcar sobre fruta a granel o sobre fruta encajada”.
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Entre los primeros productos que se comenzaron a marcar con el etiquetado láser se encuentran cítricos, melones y sandías. Con el tiempo la tecnología ha ido evolucionando en función de la demanda y actualmente ya se pueden marcar otros alimentos antes impensables como plátanos, kiwis, aguacates, boniatos, jengibre, nectarinas o incluso berenjenas.
«El cliente viene a nosotros con su producto y vemos de qué manera podemos ayudarle con nuestra tecnología». Un asesoramiento que no finaliza cuando se encuentra una solución o se adquiere una de estas máquinas. Como todas las nuevas tecnologías requiere una formación, «nosotros acompañamos a nuestros clientes durante mucho tiempo para que puedan marcar en buenas condiciones, para que sepan lo que pueden hacer, cuáles son los límites de la tecnología y sus posibilidades», aclara Merit.
Cuando se les pregunta de qué manera estas frutas pueden verse alteradas por el etiquetado láser, afirman que de ninguna forma, a pesar de que en ciertos alimentos, como los cítricos, debido a las características de su piel es necesario utilizar líquido de contraste para realzar la etiqueta y hacerla legible. “El marcado es natural. Solo se añade el líquido de contraste y cuando es necesario. Es un líquido natural hecho a base de productos naturales, que hemos patentado y que ha sido aprobado por la UE”.
Se refiere a la ley 510/2013 que la comisión europea aprobó en 2013 y que regula la tecnología de marcado láser y el uso de líquido de contraste. Fue aprobada en junio de ese año y consecuencia de ello es la nueva clase funcional “Potenciadores del Contraste” que se añade a la de Colorantes y Edulcorantes. La aprobación de esta ley fue el primer impulso para Laserfood.
No solo la tecnología es española, su primer marcaje de productos también fue en España.
“Empezamos en España de la mano de Carrefour, etiquetando sandías premium de Carrefour selección, porque había fraude en tiendas». Aquí es donde se percibe uno de los puntos importantes de poder marcar permanentemente estos alimentos. Los clientes eliminaban la tradicional etiqueta diferenciadora de las sandias premium y las marcaban como normales. Picaresca nacional. La etiqueta láser ha permitido un marcaje imposible de retirar. Después llegaron clientes de Francia, Holada, Bélgica, Alemania, Italia, Polonia, y próximamente China. De todo su abanico el principal mercado está en el norte de Europa.
“El primer país en el que hubo marcado láser fue en España de mano de Carrefour, pero después por mentalidad ha tomado mucha fuerza en los países del norte de Europa”. De ente ellos, el cliente más conocido es la cadena de supermercados ecológicos ICA en Suecia. “Ellos quería eliminar los envases en muchos productos y de esta manera lo consiguieron”.
La cadena sueca en solo un año utilizando esta tecnología en aguacates y boniatos habían logrado reducir 200km de flowpacks que de otra manera habrían acabado en la naturaleza, de acuerdo a sus propias declaraciones. Y es que el sector orgánico y las medidas regulatorias europeas han sido el siguiente empuje de Laserfood.
Economía circular
«Hemos crecido mucho gracias al sector orgánico. Los dos mayores proveedores de frutas orgánicas de Europa son clientes nuestros”, revela Merit. El motivo de esto recae en parte en la normativa europea sobre este tipo de productos, que exige que si en un punto cohabitan productos orgánicos y productos convencionales, el consumidor debe ser capaz de identificar claramente qué es orgánico y qué no lo es.
Antes de Laserfood, la única alternativa era envasar el producto biológico mientras que el convencional podía quedar vendido a granel. “La empresa que pone un flowpack al rededor de un par de plátanos no lo pone porque quiere, sino porque era la única alternativa para mantener identificados esos productos. Ahora gracias al marcado láser muchos clientes ecológicos han podido por fin deshacerse de ese envase”.
Primero fue la ley normativa de 2013 sobre el láser, después la legislación de productos orgánicos y ahora las directrices en materia de plásticos de la UE podrían una vez más beneficiar a Laserfood. Europa parece jugar en su favor.
La necesidad de transitar hacia un modelo de consumo más sostenible es tan evidente que este asunto ha empezado a colarse en las agendas de los principales gobiernos europeos.
Tan solo en Europa al rededor de 25.8 millones de toneladas de residuos de plástico usado (post-consummer) son generados cada año, de los cuales apenas un 30% son reciclados. A esto cabe sumarle que muchas de las cantidades del plástico que se almacenan como residuos terminan vertidos en el medio ambiente, principalmente en el mar. En cifras, aproximadamente de 5 a 13 millones de toneladas de plásticos pasar al año al medio ambiente.
Actualmente la magnitud del problema es tal que de acuerdo a las cifras estimadas por la Fundación Ellen MacArthur, de seguir así para el año 2050 los océanos podrían albergar en sus aguas más residuos plásticos que número de peces y otros animales.
Los orígenes de Laserfood poco tienen que ver con la reducción del plástico y emisiones de carbono que su elaboración conlleva. Pero lo cierto es que las nuevas políticas en materia medioambiental y gestión de residuos parecen encaminadas a favorecerles.
La economía circular de la UE quiere incrementar la reutilización y el reciclaje al tiempo que busca evitar los residuos mejorando el envasado. Reemplazar los artículos de plástico de uso único más comunes con alternativas innovadoras que tienen un mayor valor agregado es una oportunidad económica.
En materia de residuos plásticos las directrices enviadas por Europa son claras. La UE contará con un objetivo común para reciclar al menos el 50% de los residuos plásticos municipales para 2030 y el 55% para el 2035.
Plásticos
Laserfood gracias a su etiquetado laśer permite a las empresas no solo reducir los plásticos asociados a ellas, favoreciendo el cumplimiento de las medidas, si no que puede contribuir a la reducción de gastos de la empresa.
«Una vez que has realizado la inversión en la máquina el único gasto es el del líquido de contraste que utilizar en cítricos y melones, en el resto ni siquiera. Después el coste de producción no tienes consumibles, es la energía consumida y es una máquina que tiene el consumo aproximado el de una lavadora».
Ahora que las grandes potencias se han puesto en guerra contra el plástico, encontrar de manera rápida nuevas vías que permita a los sectores más afectados seguir avanzando resulta crucial. Y esta empresa española tiene claro que pueden jugar un papel esencial en ello. «Nosotros estamos aquí para decir a esas empresas que va a ser posible seguir marcando sus alimentos pero sin generar ningún tipo de residuos gracias al láser.”