La Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescado de Cantabria (CONSESA) ha advertido de que «peligra» la supervivencia de la anchoa en la región, debido a «vicios repetidos» en las costeras, y ha reclamado políticas sostenibles para mantener el recurso natural de los caladeros.
En nota de prensa, la asociación señala que las abundantes capturas registradas durante esta costera de la anchoa «son solo un espejismo, una secuencia de malas noticias que revelan, un año más, equivocadas prácticas y la mala gestión en los calderos de nuestras costas».
Añade que, tras dos meses y medio de campaña y consumida ya más del 70 por ciento de la cuota que la Unión Europea asigna a España para la captura de la anchoa, «nada o prácticamente nada» de lo desembarcado sirve para la industria conservera, cuya actividad representa el 6,5% del Producto Interior Bruto (PIB) de Cantabria.
Según explica, la pesca desembarcada hasta la fecha en los puertos cántabros es de «escaso tamaño», pese a que «existen evidencias» y registros de pesca mayor en caladeros próximos.
«Renunciar a lo grande por la comodidad de lo pequeño, como se está haciendo, acarrea peligrosas consecuencias», agrega, entre otras que es «inservible» para la industria conservera regional, que da empleo a millares de familias y que es el «pilar económico principal» de la costa oriental de Cantabria y que tiene prestigio mundial por sus manufacturas de pescado del Cantábrico.
Además, señala que la pesca que se está capturando aquí «alimenta» a industrias italianas y marroquíes dedicadas a productos de bajo precio, mientras «desnutre» la producción de las nuestras. A lo que se une que la captura de pesca pequeña «solo conduce a la muerte de los caladeros».
Según las conserveras, mientras las tendencias mundiales apuntan a la producción sostenible en todos los sectores económicos, la pesca en Cantabria «se escapa en dirección contraria». «Tenemos caladeros, tenemos industria, tenemos prestigio y tenemos flota con tecnología punta que permite conocer el tamaño de la pesca antes de capturarla», subraya.
Destaca además que la industria, el empleo y el cuidado de nuestros recursos «afecta a todos por igual» en los eslabones que conforman la cadena económica de la región.
Por ello, la asociación reclama una explotación de la pesca «racional, equilibrada y consecuente» con los intereses del sector pesquero y la industria conservera, por una parte; la naturaleza, por otra; y la Administración, «obligada a imponer reglas del juego creativas que beneficien todo».
En este sentido, pide a las autoridades competentes «que sean responsables, que tomen conciencia real del problema y que llamen urgentemente a filas para poner orden en este despropósito».
«Si no entendemos los recursos naturales de la pesca como un círculo que se nutre, alimenta y beneficia entre sí, pronto Cantabria habrá sustituido el mar por tierra quemada», concluye la asociación.
