El monocasco ha sido Construido por King Marine, astillero especializado en embarcaciones de competición dotadas de tecnología punta. Se llama Flying Nikka, y está realizando sus primeras pruebas de mar en La Marina de València La Marina de València se ha convertido de nuevo en el epicentro de la náutica de competición a nivel mundial. El astillero especializado en embarcaciones de regata, King Marine, acaba de botar el primer monocasco con foils concebido para regatas oceánicas desde su sede ubicada en la antigua base del Team New Zealand. La embarcación se llama Flying Nikka y es propiedad del empresario italiano Roberto Lacorte, gran amante de la velocidad, navegante experto y uno de los mejores pilotos de carreras de automovilismo del mundo. Con 18,75 metros de eslora y 5 de manga, su diseño, obra de Mills Design y KND, está inspirado en los desarrollos de la America’s Cup. Un barco único capaz de alcanzar los 80 km/h, que es el resultado de la experiencia, el conocimiento, y la intuición necesarias para diseñar la navegación del futuro. La principal diferencia del innovador Flying Nikka respecto a las unidades de Copa América está en su quilla con bulbo de 1700 kg de plomo, que garantiza su estabilidad, al tiempo que supone un desafío para su capacidad de elevarse sobre el agua. También cuenta con timón con elevadores, software de control de vuelo, propulsión hidráulica, circuito hidráulico inteligente y machine learning. «Para nosotros ha sido un orgullo desarrollar un proyecto de estas características. Y poder contar con el equipo humano de King Marine, nuestro astillero y nuestra base en La Marina de València, nos ha permitido afrontarlo con garantías de éxito. Una vez más, las condiciones de València y las infraestructuras de La Marina de València, nos permiten mantenernos en la vanguardia de la construcción de embarcaciones de competición», señana Gabriel Mariani, Flying Nikka ya está realizando sus primeras pruebas de mar en València, mostrando un nuevo tipo de navegación que, según afirman desde la compañía, podríamos ver próximamente aplicado al transporte de pasajeros, lo que supondría una gran reducción en el consumo de combustible -por menor resistencia al agua, ya que el casco va en el aire, y la resistencia la genera únicamente los foils- y una mayor sostenibilidad. «València es testigo estos días del futuro de la navegación, desde La Marina de València, que de nuevo se muestra como un polo de innovación y sede de las empresas náuticas más punteras del panorama mundial», asegura Vicent Llorens, director de Consorcio Valencia 2007. |
La Marina de València, sede de la fabricación del primer monocasco con foils concebido para regatas oceánicas
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