Un estudio encargado por la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo hace balance de las prácticas de selectividad existentes en las pesquerías de la UE, identificando los progresos realizados y las vías que deben explorarse para lograr mejores resultados. «Desde 2013 se ha trabajado y avanzado mucho en las medidas de selectividad en la UE».», expresan desde el Parlamento Europeo.
El estudio del Instituto de Ciencias del Mar de la Universidad de las Azores (Portugal), presentado en el Parlamento Europeo el 19 de febrero, analizó los avances realizados en materia de selectividad en las pesquerías europeas desde 2013. Para evitar capturas no deseadas, deben utilizarse artes de pesca activos o pasivos, así como medidas tácticas como vedas temporales y espaciales.
“La selectividad debería ser una parte integral del enfoque ecosistémico de la pesca”, expone el estudio, que insta a “definir claramente una mayor selectividad y las prioridades de sus objetivos”. En este sentido, subraya que es imprescindible “avanzar en el conocimiento sobre la pesca, el comportamiento de las especies y la ecología, promoviendo el intercambio internacional de datos y realizando una evaluación integrada de las medidas, contribuyendo a comprender la mejor manera de implementar la selectividad pesquera”. Y para lograrlo, considera crucial proporcionar soluciones adaptadas a cada especificidad, “realizando pruebas rigurosas para validar su efectividad”.
La selectividad ha aumentado considerablemente desde la aplicación de la obligación de desembarque de la UE en 2015, introducida por la reforma de la Política Pesquera Común (PPC)», comentó Laurence Fauconnet, científica autora del estudio, subrayando los intensos esfuerzos realizados por las pesquerías de la UE en los últimos años.
Entre 2014 y 2023, Bruselas comprometió inversiones por 12,5 millones, una financiación que aprovecharon diez estados miembros –entre ellos España–, aunque con grandes diferencias en cuanto al importe destinado y el número de embarcaciones beneficiadas. A nivel nacional, de hecho, fueron cerca de 0,5 millones los que llegaron al país, y favorecieron a medio centenar de barcos con una inversión comprometida por buque que rondó los 10.000 euros. Los cerqueros –una treintena– fueron los principales beneficiarios al obtener cerca del 80% de la financiación –unos 400.000 euros–.
El resto de naciones que percibieron fondos vinculados a la mejora de la selectividad fueron Dinamarca, Polonia, Italia, Reino Unido, Estonia, Suecia, Francia, Portugal y Finlandia. En cuanto a las principales artes de pesca, el FEMP destinó 4,6 millones a artes activas –aquellas que se desplazan en el medio acuático, yendo al encuentro de los peces objetivo– y 6,4 millones a artes pasivas –aquellas que permanecen fijas en su posición hasta que son removidas–, constando el montante sobrante como indeterminado. Por tipos, las redes de enmalle y arrastre (3 millones respectivamente), las nasas (1,9) y los anzuelos y líneas (1,4 millones) fueron las que más se lucraron de la partida a cargo de Europa.