El Govern Balear aprobará esta semana la nueva reserva marina de la costa noreste de Ibiza que abarca 3.756 hectáreas, entre la punta des Jonc, S’Argamassa y las aguas interiores que limitan con el islote de Tagomago Así lo ha destacado el conseller Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal junto con el presidente del Consell Insular, Vicent Torres.
Se destaca que presenta un valor ecológico y pesquero considerable. Además su creación producirá un incremento sustancial de las poblaciones de peces dentro de sus límites y los alrededores de la misma con lo que se favorecerá el sector pesquero artesanal de Ibiza. Vidal asegura que era «largamente esperada y tiene un objetivo claramente pequero, la recuperación de las poblaciones por lo que tiene una importancia vital».
Por su parte Torres agradece que se haya recogido la propuesta conjunta del Consell y la Cofradía de Pescadores. Afirma que era uno de los compromisos de esta legislatura «seguir avanzando en la protección del medio rural y marino de la isla».
Ha querido destacar el trabajo de las Cofradías de Pescadores, que «han sido siempre las primeras implicadas en la defensa y protección de nuestros recursos marinos» y que «son pioneras en todo el Mediterráneo con iniciativas como la marca Pescado Nostrum, que nació hace 10 años para distinguir el producto local «.
Se encargó un estudio científico que confirmó que el área que ahora se protege tiene una importancia capital para la flota de artes menores de Ibiza e incluye una serie de «puntos calientes» de biodiversidad marina donde coinciden la actividad pesquera profesional, la recreativa y otras actividades económicas, en particular el buceo turístico.
El estudio científico señala también, que las capturas de pescas experimentales son significativamente más bajas que las de la reserva marina de los Freus de Ibiza y Formentera, aunque las localidades muestreadas presentan características ambientales similares.
Se destaca que ara recuperar poblaciones de peces cercanas a las potenciales, es necesario regular las actividades que se practican para garantizar la conservación de la riqueza biológica y de los recursos marinos vivos. Asimismo, el área tiene una gran diversidad de comunidades de algas, así como importantes praderas de posidonia que, ligado a la estructura de su fondo marino, hacen que ésta tenga unos posibilidades de recuperación.
Dentro de la reserva marina se establece una zona de reserva integral, sin ningún tipo de pesca, en un área de 250 hectáreas Esta zona se establece siguiendo las recomendaciones del estudio científico que la define como un «punto caliente» de biodiversidad favorable a la concentración de especies depredadoras, como el dentón, pez de limón o las diferentes especies de mero, entre otros.
Estas poblaciones experimentarán un gran desarrollo en ausencia de pesca, favoreciendo la preservación y regeneración de los recursos marinos de la zona.
Cuando el decreto entre en vigor, en Baleares habrá unas 63.500 hectáreas protegidas por reservas marinas