Hong Kong acaba de hacer la mayor incautación de un cargamento ilegal de aletas de tiburón: 26 toneladas, es decir mas o menos 38mil tiburones. El cargamento venía del Ecuador. Urge una investigación profunda, sanciones, y revisión de las leyes que permiten la «pesca incidental»
La Aduana de Hong Kong anunció el jueves 7 de mayo el descubrimiento de dichas 26 toneladas de aletas de tiburón en dos contenedores de Ecuador.
Por lo tanto, la incautación supera en gran medida el récord anterior, de 3.8 toneladas en 2019, dijo Danny Cheung, un funcionario de aduanas local. Un hombre de 57 años fue arrestado y puesto en libertad bajo fianza.
Esta captura corresponde a la captura de aproximadamente 38.500 animales. La mayoría de las aletas, distribuidas en 773 bolsas de plástico, provenían de tiburones zorro (Alopias vulpinus, 31,000) o tiburones sedosos (Carcharhinus falciformis, 7,500). Estas dos especies, vulnerables según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), están protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).
La pesca de aletas de tiburón suele ir acompañada del rechazo del resto de los peces en el agua después de cortar la aleta (aleteo de tiburón), la carne de los tiburones a menudo se valora poco o se mantiene mal en la bodega. La venta y el consumo de aletas de tiburón están permitidos en Hong Kong, sujetos a aprobación. Las aletas secas se venden a un alto precio para su uso en sopas, que son muy populares en el sur de China. Según una encuesta de WWF de 2018, el 70% de los hongkoneses habían comido aletas en los últimos 12 meses.
