Mientras que los puertos europeos deben negar el acceso a los buques rusos que no pertenezcan a los sectores de la energía, la alimentación y la sanidad, los guardacostas griegos confirmaron el 19 de abril que habían abordado un petrolero ruso, no por su carga sino por la propiedad del buque.
Se trata del petrolero Aframax Lana, de 115.000 TPM. El barco se encontraba en el Mediterráneo oriental con la aparente intención de transferir su carga de crudo a otro barco no identificado frente al Peloponeso. Se había refugiado en una bahía protegida de la gran isla de Evia debido al mal tiempo o a una avería, cuyas circunstancias aún no están claras. Fue durante este fondeo en la bahía de Karystos cuando los guardacostas griegos abordaron el barco para informar a la tripulación de la detención.
Construido en 2003, este antiguo Pegas, rebautizado como Lana el 1 de marzo, es propiedad de la empresa de leasing PSB, adscrita a la sociedad anónima Promsvyazbank, que figura en la lista de empresas rusas sancionadas desde el inicio de la guerra en Ucrania por su participación en la financiación del aparato militar. Esta misma filiación fue la que llevó a las autoridades francesas a abordar el 26 de febrero el buque de carga rodada ruso BalticLeader, que sigue atracado en Boulogne-sur-Mer.
