El sector de captura, transformación y comercialización de los productos del mar afronta un momento complejo en el que cada vez resulta más necesario compaginar las necesidades de producción alimentaria con los retos medioambientales. Una situación que requerirá afrontar transformaciones en la cadena de valor, según quedó constatado ayer en el congreso de Conxemar de la mano de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. La administración viguesa y gallega han vuelto a pedir que la ciudad olívica acoja la oficina para la Red Global de Puertos Azules promovida por la Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Por ello, el undécimo congreso organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Conxemar ha reivindicado aspectos vitales para la industria pesquera.
La italiana Vera Agostini, directora adjunta de la división de Pesca y Acuicultura de la FAO, pidió a la industria pesquera que “trabaje junta” para conseguir la transformación del sector y ser capaces de aportar “una solución” para alimentar a la población mundial y “un pilar para el bienestar social”. Para ello, puso el foco en la “transformación azul”, la estrategia de la FAO para mejorar los sistemas alimentarios marinos y su desarrollo sostenible, que dio título al congreso.
Primeramente, el propio presidente de Conxemar, Eloy García, ha insistido en la «justa reclamación» de reducción del IVA del pescado en España o en la mejora de los contingentes arancelarios de la Unión Europea, cuya aprobación «es inminente». «Necesitamos políticas públicas que reconozcan el valor de la industria», ha señalado. García ha avanzado que el año que viene se presentará el Informe SOFIA, que estudia la situación global de los recursos pesqueros con una periodicidad bienal, esperando que se pueda dar a conocer en el Congreso de Vigo.
En la que es la semana grande del sector, con Vigo como epicentro del congelado gracias a este evento y a la feria que arrancó en el Ifevi, la inauguración del congreso ha servido para poner sobre la mesa algunas de los principales reclamos.
En su intervención en el auditorio de la sede de Afundación, García ha recordado que «la industria tiene la oportunidad de ser protagonista en el cambio» que busca la FAO con su Blue Transformation, el leit motiv del congreso de este año.
En este sentido, la directora adjunta de la División de Pesca y Acuicultura de la FAO, Vera Agostini, ha resaltado que esta iniciativa busca «sistemas marinos sanos» para ayudar a «reducir el hambre en el mundo». De hecho, ha señalado que para 2050 el consumo habrá aumentado un 25%, por lo que entiende que es necesaria una «expansión sostenible de la acuicultura» y una mejora en las pesquerías y en la propia cadena de valor.
«Crecimiento mutuo»
Agostini, que ha puesto en el valor el «ejemplo de crecimiento mutuo» y la «gran relación» entre FAO y Conxemar, tambien ha apuntado que la colaboración sirve para «catalizar un cambio en el sistema de producción de alimentos acuáticos».
La subdirectora general de Acuicultura Comercialización Pesquera y Acciones Estructurales, Carola González, ha explicado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación «considera fundamental esta reflexión» que se realiza en el congreso. «La Transformación Azul no será posible sin el instrumento financiero, para eso existe el Fondo europeo de la pesca y la acuicultura», ha insistido.
La desigualdad entre países es uno de los principales problemas de la pesca a nivel mundial, según explicaron diferentes expertos en el congreso. En la mesa redonda sobre el futuro de la pesca y los modelos de gestión, Enrique Alonso, director de pesquería mundial de la Asociación para la Pesca Sostenible, abordó la “desigualdad entre países que tienen recursos para gestionar su pesquería y los que no”. Entre los roles de la desigualdad, mencionó la “ciencia” y comentó que “hay países que ni siquiera son capaces de monitorear las capturas o de incluso saber cuánta gente está pescando”
Oficina de Puertos Azules
El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Carlos Botana, invitó a los miembros del consejo de administración del organismo a defender, mediante una declaración institucional, la importancia de que la ciudad cuente con una oficina de la FAO. La propuesta fue bien acogida ya que todos los consejeros (con representantes de la administración local, la autonómica y la nacional) suscribieron la idea de redactar esa declaración de forma consensuada.
Por su parte, tanto el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, han reclamado para Vigo la oficina de la Red Global de Puertos Azules de la FAO, una vieja reclamación que no acaba de concretarse pese al decidido apoyo económico de España a su desarrollo.
Según Villares, «sería un honor que fuese Vigo la ciudad que albergara esta oficina» de la FAO, organismo del que ha destacado su «compromiso con el sector gallego».
El regidor, por su parte, ha avisado que es algo que se peleará. «No vamos a parar hasta que la tengamos en Vigo. Entonces seremos felices», ha sentenciado refiriéndose directamente a la representante de la FAO, Vera Agostini.
Finalmente se ha clausurado el curso de formación de inspectores de pesca liderado por la FAO que el Puerto de Vigo ha acogido durante tres semanas con 48 asistentes de Costa Rica, Cuba, Ecuador, Perú, Honduras, México, Uruguay y Panamá.