Europol ha conseguido incautar 3.620 toneladas y 9,7 millones de litros de alimentos y bebidas falsificados o de calidad inferior haciendo posible que el tráfico y de calidad deje de ser un gran negocio, con lo que los esfuerzos para detener este fenómeno mundial están en curso. Todo ello ha sido posible después de efectuarse 41 000 controles llevados a cabo en tiendas, mercados, aeropuertos, puertos marítimos y polígonos industriales. En total, alrededor de 749 personas fueron arrestadas o detenidas y las investigaciones en cursos continúan en muchos países.
«Los resultados demuestran lo que puede lograrse proteger a los consumidores de todo el mundo, cuando las fuerzas del orden unen sus esfuerzos y llevar a cabo acciones coordinadas», dijo Jari Liukku, del Crime Center de Europol, «Es una amenaza que requiere este tipo de cooperación a través de las fronteras, teniendo en cuenta la mayor integración y globalización de las cadenas de suministro. Todos los países se enfrentan a esta amenaza y es obligación de las agencias encargadas de hacer cumplir la ley asegurar que lo que los consumidores reciben en su plato sea genuino y seguro. El volumen de productos falsificados y de baja calidad incautados es un recordatorio para el público de que deben tener cuidado con lo que compran y desde dónde».
La operación anual coordinada por Europol e Interpol cuenta con el apoyo de las aduanas, la policía y los organismos reguladores nacionales de alimentos, así como de socios del sector privado. Desde su primera edición en 2011, el número de países que participan en OPSON ha crecido cada año, lo que refleja el creciente compromiso de abordar este tema.
Coordinación
En Europa, la estrecha cooperación establecida entre Europol y la Comisión de la UE que coordina la Red de Fraude Alimentario de la UE llevó a la puesta en marcha de un proyecto específico dirigido al comercio fraudulento de atún. Un enfoque integral en el que participen todas las partes interesadas permite que el fenómeno se aborde de una manera innovadora y más eficaz mediante el uso simultáneo de herramientas administrativas y penales. Europol continuará apoyando este enfoque multiinstitucional en las próximas ediciones de OPSON.
Estudio de casos
Bélgica – venta de carne podrida no apta para el consumo
Bélgica cerró sus puertas a una importante planta procesadora de carne en el país, y los supermercados sacaron los productos cárnicos de sus estantes en un escándalo por la carne podrida. La compañía incriminada vio su licencia revocada por el gobierno federal, después de que los controles al azar revelaron un posible riesgo para la salud en dos productos: carne picada de res y rabo de toro. Los funcionarios encontraron rastros de los llamados desechos de carne, piezas de la canal, destinadas a la alimentación animal que están prohibidas para el consumo humano.
España – leche en polvo para bebés falsificada
Cuatro personas fueron arrestadas y una fábrica clausurada por empaquetar leche infantil falsificada, principalmente destinada a China. Ocho toneladas del producto fueron confiscadas. El polvo comprado a granel en Polonia por un euro por kilo y enviado desde Barcelona no era dañino, pero carecía de los nutrientes necesarios para los bebés.
España. Prácticas fraudulentas en la industria del atún
Durante OPSON VII, se ejecutó una acción coordinada de la UE con el apoyo de la Red de Fraude Alimentario de la UE en 11 países europeos para detectar prácticas fraudulentas relacionadas con el atún. Esta fue la primera vez que tal acción se llevó a cabo en un producto específico. Las prácticas ilícitas incluían la sustitución de especies y la venta fraudulenta de atún destinado a conservas frescas. En este caso, el atún destinado al enlatado fue tratado ilegalmente con sustancias químicas que alteraron su color para dar la impresión de su frescura. En total, se incautaron más de 51 toneladas de atún y se tomaron más de 380 muestras.