El barco, construido por Zamakona en 2004, pasará a pabellón español con base en Celeiro para la pesca de bacaladilla en aguas internacionales
El puerto de Celeiro suma desde estos días un nuevo gigante a su flota. Se trata del Challenge, un superarrastrero de origen británico que, con sus 65 metros de eslora y 13,20 de manga y 1.676 TRB, pasa a ser el buque pesquero más grande de A Mariña y uno de los de mayor porte de todo el censo español. Construido en 2004 por el astillero español Zamakona y registrado hasta ahora en el puerto escocés de Fraserburgh (FR 226), el barco inicia una nueva etapa bajo pabellón español, según informe José Pino, en su cuenta de Facebook.
El Challenge operará para la armadora Cel Eire Fishing Trust, una joint venture formada por la sociedad PuertoCeleiro y la irlandesa Antartic Charter Company, y estará registrado en la lista de Celeiro. Su objetivo principal será la pesca de bacaladilla en aguas internacionales, utilizando el puerto irlandés de Killybegs como base para buena parte de sus descargas, en línea con la tradicional cooperación pesquera entre la fachada atlántica española e irlandesa.
Un “peso pesado” en la historia de la flota española
Por dimensiones y tonelaje, la entrada del Challenge lo sitúa en la parte alta del ranking histórico de la flota española. Ningún buque ha superado los 110 metros de la legendaria serie de congeladores “Miño / Sil” y “Gelmírez / Gondomar”, construidos en la época dorada de los grandes congeladores a finales de los años sesenta del siglo pasado. Aquel tiempo vio también operar a mercantes-factoría como el Lugo y el Orense, ambos de Pescanova, con 73 y 69 metros de eslora respectivamente, que sin embargo nunca pescaron con bandera española, salvo el Lugo en su etapa posterior como potero bajo pabellón argentino.
En esa escala de grandes unidades se inscriben también los históricos bacaladeros “Santas” de Pebsa, los “Vientos” de Pybe o los “Copiba”, todos en el entorno de los 65-70 metros de eslora, los mismos órdenes de magnitud en los que se mueve ahora el Challenge. En activo, el listón de los grandes arrastreros lo marca hoy el Lodairo, con sus 85 metros de eslora por 16 de manga y 4.290 GT, que se ha convertido además en el arrastrero más potente de la historia de la flota española, superando al mítico Manuel de Falla, que mantuvo durante medio siglo el privilegio con sus dos motores Deutz de 2.670 HP cada uno.
En ese contexto, la incorporación del Challenge a Celeiro no es un simple cambio de nombre en el censo, sino un salto cualitativo en capacidad y proyección para el puerto y para el conjunto del sector.
De Fraserburgh a Celeiro: una nueva vida bajo bandera española
Nacido en un astillero español pero con vida operativa hasta ahora ligada a Escocia, el Challenge completa así un círculo que lo devuelve a la Península. El proceso de cambio de pabellón y registro en el puerto de Celeiro permitirá que el barco opere como buque de bandera española, integrado en la estructura empresarial y logística de PuertoCeleiro.
La alianza con Antartic Charter Company refuerza, además, el carácter transnacional del proyecto: capital y gestión compartida, explotación de caladeros de bacaladilla en aguas internacionales del Atlántico nororiental y un esquema logístico que combinará descargas en Killybegs, uno de los grandes hubs de pelágicos de Irlanda, con los servicios industriales, administrativos y comerciales que ofrece Celeiro.
Impacto en el tejido portuario y en la pesquería de bacaladilla
La llegada del Challenge consolida a Celeiro como uno de los núcleos pesqueros más dinámicos de la cornisa cantábrica, especialmente en el segmento de los arrastreros de altura. La operación abre nuevas oportunidades para:
- La cadena de valor local: servicios de suministro, mantenimiento, reparaciones, avituallamiento, estiba y servicios auxiliares asociados a un buque de gran porte.
- La organización de productores y las comercializadoras de la zona, que refuerzan su capacidad de aprovisionamiento de bacaladilla para mercados nacionales e internacionales.
- El empleo directo e indirecto, al incorporar una unidad que exige tripulaciones especializadas y genera actividad en talleres, lonjas, plantas de procesado y logística.
La bacaladilla, especie pelágica abundante en el Atlántico nororiental, ha adquirido en los últimos años un peso creciente en la estrategia de muchas empresas por su volumen de captura y su papel como materia prima para diferentes productos elaborados y de exportación. La entrada del Challenge en esta pesquería, con base operativa en Celeiro y punto de descarga en Killybegs, refuerza la presencia española en un segmento cada vez más competitivo.
Símbolo de modernización y de cooperación atlántica
Más allá de las cifras, el Challenge se convierte en un símbolo: un gran arrastrero de tecnología moderna, construido en España, que regresa a un puerto gallego para iniciar una nueva etapa bajo bandera nacional y en alianza con un socio irlandés. Un movimiento que resume varias tendencias clave del presente pesquero:
- Internacionalización del capital y de las operaciones, con joint ventures que comparten riesgos, caladeros y mercados.
- Especialización en grandes pelágicos como la bacaladilla, apoyada en buques de gran capacidad y alta eficiencia operativa.
- Reforzamiento de puertos como Celeiro como plataformas logísticas y de servicios de referencia para la flota de altura.
Con su llegada, el Challenge no solo se convierte en el buque pesquero más grande de A Mariña: se erige también en emblema de una flota que busca seguir siendo competitiva en los caladeros internacionales, conectando tradición, industria y futuro en torno a un puerto que no deja de crecer.
