Gondán y Armón tienen 25 buques en cartera, frente a los 16 que suman los astilleros gallegos y los 11 que acumulan los del País Vasco
P. LAMADRID
La competencia de los astilleros de Galicia, en mayor medida, y País Vasco no logra hacer tambalear el liderazgo de los asturianos, que se mantienen inamovibles en su privilegiada posición. Así lo certifica el último boletín informativo de la construcción naval publicado por el Ministerio de Industria, correspondiente al primer semestre del año, que cifra en 25 los buques que tienen en cartera Gondán y Armón en la comunidad ( 5 y 20, respectivamente).
Esta cantidad supone una amplia brecha respecto a la carga de trabajo que acumulan los astilleros gallegos y vascos, de 16 y 11 barcos. Según la CGT (siglas en inglés de tonelaje bruto compensado), que mide la actividad ponderada en el naval, Asturias acumula el 41% de esta. Hace un año, era el 43% y los buques en cartera en la primera mitad de 2022 ascendían a 32 -siete más que ahora-, mientras que Galicia sumaba 15 y País Vasco, 17.
A pesar de este descenso, los astilleros asturianos siguen encabezando la lista, incluso tras el empuje que supuso a la actividad naval gallega la compra de Hijos de J. Barreras por parte de Armón. El grupo originario de Navia adquirió estas instalaciones ubicadas en la ría de Vigo el pasado año, después de entrar en concurso de acreedores, una pugna en la que también participó Gondán. Pero la actividad regresó realmente este año, y con fuerza. De hecho, el mes pasado ya entregó el primer buque fabricado en dicho astillero y tiene seis más en cartera.
El impulso del sector en la comunidad gallega también queda patente en que concentra cuatro de los cinco nuevos contratos contabilizados en España en el primer semestre, mientras que el restante se quedó en el astillero de Armón Navia. Llama la atención que, un año atrás, los astilleros del Principado sumaban 21 nuevos encargos -mientras que los gallegos concentraban cinco y los vascos, dos-. Parece que la incertidumbre que pesa sobre la economía mundial ha impactado con notable fuerza también en este sector, aunque los astilleros asturianos mantienen el tipo pese a los obstáculos derivados de la espiral inflacionista y la crisis energética agudizada por la guerra de Ucrania, de cuyo estallido ya se ha cumplido un año y medio.
Según los datos recopilados por el Ministerio de Industria, el naval asturiano realizó cinco entregas de buques -cuatro por parte de Armón y la otra por Gondán- y llevó a cabo cuatro botaduras -todas ellas por parte de Armón- durante la primera mitad del presente ejercicio. Destaca el bautismo y abanderamiento del atunero congelador «María de Jesús», un nuevo encargo para Armón del empresario asturmexicano Antonio Suárez, presidente de Grupomar. Un buque con una capacidad de congelación de 1.600 metros cúbicos, casi 80 metros de eslora, una velocidad máxima de 18 nudos y una autonomía de 90 días.
Eólica marina
Aunque no se contabiliza en dichas estadísticas, Gondán entregó la semana pasada el buque «Edda Nordri», en El Musel, donde también se celebró la ceremonia de amadrinamiento, que contó con la participación de Tone Lunde Bakker, consejera delegada de Eksfin (Export Finance Norway). A esto se sumó la botadura del nuevo CSOV (siglas en inglés de buques de apoyo y puesta en marcha) C492, que se efectuó el pasado sábado en las instalaciones principales de Gondán, en Castropol. Este nuevo CSOV -el «Edda Surdri»- es el cuarto de la serie de seis buques encargados por Edda Wind, cliente para el que ya el astillero ya había trabajado con anterioridad.
Además, el astillero presidido por Álvaro Platero trabaja en la construcción de un buque para apoyo y mantenimiento de faros para Northern Lighthouse Board de Escocia, en un barco USV avanzado para Noruega y en diez ferris eléctricos para la compañía Transtejo de Portugal.
Pie foto: Uno de los buques construidos por Gondán para la compañía noruega Edda Wind. astilleros gondán
48,5 millones del PERTE a la alianza de Pymar y Navantia
Gondán y Armón aspiran a avanzar desde el punto de vista de la tecnología y la eficiencia energética mediante el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del sector naval. Lo hacen a través de la alianza sellada entre Pymar -sociedad a la que pertenecen- y Navantia, a la que el Gobierno concedió la pasada semana, de manera provisional, 48,5 millones para subvencionar este gran proyecto tractor compuesto por alrededor de 40 iniciativas primarias.