El sector pesquero, representado por la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), se muestra “realmente” preocupado ante el envejecimiento de sus trabajadores y el escaso relevo generacional que se vislumbra a medio plazo. De hecho, y según datos del Instituto Social de la Marina (ISM), el colectivo de profesionales del sector entre los 50 a 59 años ya representa el 33% del total. El sector solicita a las administraciones públicas, tanto nacional como autonómicas, tomar conciencia de esta situación y ahondar en estrategias conjuntas con el sector encaminadas a revertir esta situación.
Según los datos del Instituto Social de la Marina (ISM), el mayor porcentaje de trabajadores afiliados al Régimen Especial del Mar (REM) en pesca, acuicultura, industria auxiliar a la pesca y otras actividades a bordo de buques pesqueros, se sitúa, como se mencionaba anteriormente, en el tramo de edad de 50 a 59 años (el 33% de los trabajadores), seguido del tramo de 40 a 49 años (el 31%) y del de 30 a 39, que representa el 19% del total. Es decir, el 72,2% son mayores de 40 años, mientras que solo el 9% de los trabajadores del mar es menor de 30 años. En cuanto a los
trabajadores a bordo, el grueso se sitúa en el tramo de edad de 40 a 64 años.
Por tanto, como indica Cepesca, se trata de un sector con una edad media elevada y
un 8% cercano a la jubilación que, pese a las buenas condiciones laborales –son trabajos duros, pero bien pagados– no tiene visos de relevo. “Lo que cobra de media un tripulante de un barco de gran altura supera con creces el salario mínimo interprofesional y los buques son cada vez mejores y más cómodos. No obstante, enrolar tripulantes españoles entraña dificultades”.
39.100 personas ocupadas
Para Javier Garat, secretario general de Cepesca, “es preciso que el Gobierno y las
administraciones públicas sean conscientes de la amenaza que representa el envejecimiento de nuestro sector para su supervivencia y la modernización de nuestro país. Por ello, los animamos a trabajar conjuntamente con los armadores, las escuelas náutico-pesqueras y los agentes sociales para impulsar el relevo generacional y que ni un solo barco deba permanecer amarrado por falta de tripulación”.
En 2022, la población total ocupada en pesca y acuicultura ascendía a 39.100 personas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la EPA. Se observa un claro predominio masculino en el empleo pesquero, con 33.500 hombres ocupados en el segundo trimestre de 2022 (el 85,7% del total de ocupados en esta rama), y una presencia femenina reducida: 5.600 mujeres (que suponen sólo el 14,3%).
Aunque el envejecimiento paulatino de las personas que trabajan en el ámbito pesquero es una cuestión que trasciende el género en tanto que afecta al conjunto del sector, sí que incide en mayor medida en aquellos oficios tradicionalmente desempeñados por mujeres, como pueden ser los de redera, neskatilla, mariscadora, etc., en los que la problemática del relevo se acentúa.
Relevo generacional
Desde el sector se asegura que, entre las causas directas de las tensiones productivas del sector por la falta de tripulantes cualificados, no solo están el envejecimiento y la falta de jóvenes dispuestos a formarse. También hay que sumar una alta tasa de abandono en FP y que gran parte de los titulados optan por trabajar en sectores distintos a la pesca. Sirvan de ejemplo los 1.725 titulados de puente y de máquinas salidos de las escuelas náutico-pesqueras gallegas en el último decenio. Hubieran podido enrolarse y dotar de mandos a unos 575 barcos pesqueros gallegos de litoral, altura y gran altura, pero en su mayoría han optado por dirigirse a la Marina Mercante, el turismo y otros sectores distintos a la pesca.
En definitiva, Cepesca alerta de que la inexistencia de una tasa de reposición y el envejecimiento acelerado del sector pesquero pueden enterrar muchos de sus objetivos de futuro, y aboga por ampliar la oferta formativa náutico-pesquera en todas las Comunidades Autónomas.