La empresa Rabobank afirma que la demanda de pescado de piscifactoría disminuye. Según el último informe de acuicultura de Rabobank, se espera que la demanda de pescado sea más débil en el segundo semestre de 2022 en comparación con el mismo periodo de 2021 y también con el primer semestre de 2022. Con la caída de la demanda, la corrección de los precios y la persistencia de los elevados costes de producción, es probable que los beneficios de los criadores de salmón y camarones se reduzcan con respecto a los recientes máximos.
¿Por qué disminuye la demanda?
En el segundo semestre, la demanda se verá afectada por el constante aumento de los costes de producción, impulsados por los piensos y la energía. Tanto los precios del salmón como los del camarón se corregirán desde los máximos históricos, mientras que los precios de la harina de pescado probablemente se mantendrán fuertes.
Tanto en la UE como en EE.UU. ya se ha iniciado una dinámica recesiva en medio de la recuperación de Covid. La demanda de productos del mar en el sector de la restauración se enfriará en ambas regiones, lo que supone una nueva vuelta a la venta al por menor. China es el factor más imprevisible en la segunda mitad de 2022. Potencialmente, hay un alza significativa tanto para el camarón como para el salmón, especialmente en el cuarto trimestre de 2022, siempre que no se reintroduzcan los bloqueos y restricciones a la importación relacionados con Covid.
Según el estudio, «la oferta de salmón mejorará en el segundo semestre, compensando la contracción de la oferta en el primero, aunque el crecimiento de este año sigue siendo el más bajo desde 2016. Se espera que la oferta de camarones crezca en el segundo semestre de 2022, aunque a un ritmo decreciente a medida que la rentabilidad de los agricultores se acerque al punto de equilibrio. A pesar de una cuota elevada para la primera temporada, la producción de harina de pescado de Perú no superará el año 2021. Es poco probable que una buena producción en otros lugares compense la pérdida».
