“Los coronavirus no pueden multiplicarse en los alimentos; necesitan un huésped animal o humano para multiplicarse”. Haciéndose eco de esta máxima de la Organización Mundial de la Salud, Conxemar quiere recordar que, tanto la OMS, como la Agencia Española se Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y otros organismos de referencia mundial como el National Fisheries Institute (NFI) han manifestado que, hasta la fecha, no hay evidencias de que el virus se transmita a través de alimentos o de envases alimentarios.
Estas declaraciones de Conxemar se producen ante la suspensión por parte de la Administración General de Aduanas de la República Popular de China de las importaciones de langostino congelado de tres empresas ecuatorianas, tras detectar COVID-19 en las pareces de un contenedor (1 positivo) y en el exterior de los envases (3 positivos).
“Algunos medios se han hecho eco de las noticias, dando a entender que el virus ha sido detectado en los langostinos, a pesar de que los test en los productos y en el interior de los envases fueron negativos”, apunta Conxemar. “Estos titulares desafortunados pueden tener un impacto muy negativo en la industria de productos pesqueros”.
Por este motivo, Conxemar apela a la responsabilidad de los medios cuando se trata de este tipo de información, especialmente en momentos como el actual, en el que las empresas están sufriendo serios problemas económicos debido al impacto de la COVID-19 e incluso su supervivencia se está viendo amenazada.
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