Eduardo Sanfilippo, presidente de Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescados de Cantabria, manifiesta que «necesitamos una anchoa acorde a la demanda y en los últimos años no se está produciendo». El director de Marketing de Grupo Consorcio asume la responsabilidad tras la celebración de las elecciones el pasado mes de diciembre.
Los conserveros cántabros han reclamado que se gestione “bien” el caladero de la anchoa del Cantábrico para evitar “problemas” a corto y medio plazo y que solo queden bocartes de talla pequeña. Y es que en los últimos años no se han capturado peces grandes, sino “muy pequeños”, de 45 a 60 ejemplares por kilo, de modo que en las conserveras de la región y, también, del resto del país, han estado “muy cortos” de materia prima, al haber “escaseado” este año también, al igual que sucediera en 2013, los bocartes de tamaño apto para la fabricación de anchoas.
Así, si no se adoptan medidas en la gestión del caladero, puede haber “problemas” en un futuro, han advertido los conserveros que no encuentran tallas idóneas para su transormación
Aunque Bruselas aumentó este año el cupo de pesca de bocartes -hasta superar las 20.100 toneladas en el caladero de Vizcaya, de las que más de 18.000 (el 90%) correspondían a España y el resto a Francia debido al crecimiento de la biomasa-, la gestión realizada ha llevado a capturar tallas “muy pequeñas”.
No es, por tanto, un problema de “cantidad”, sino de gestionar “bien” la pesca en el caladero, ya precisado Ortiz, que ha avisado que, de continuar esta tendencia, en un plazo de “dos o tres años” los ejemplares más grandes se irán desplazando y muriendo y “llegará un momento que solo quedará pescado pequeño”. De momento, y pese a las 15.000 toneladas que han recibido esta costera las conserveras del Cantábrico para elaborar anchoa, los ejemplares de bocarte no han sido del “tamaño suficiente”.De todas formas, los conserveros no ablan de “pérdidas” en el sector, pues trabajan “a año y medio vista”, es decir, que como el bocarte necesita un periodo de maduración de varios meses, todavía están trabajando con materia prima de la campaña del año pasado, cuando ya “escaseó” pescado de tamaño apto para la anchoa, que precisa ejemplares más adultos y grandes. Por eso, en la presente temporada se han quedado “cortísimos” de materia prima, y prevén que de seguir el “problema”, dentro de unos meses las tallas del bocarte “irán bajando”. Pero, “si se controla” esta situación, “no pasará nada”.