La compra de cuotas de pesca se está convirtiendo habitual en España. Si en abril las empresas de engorde compraron cuota de atún rojo a la flota pesquera vasca ahora Galicia ha adquirido cuota de anchoa a Andalucía. La exigua cuota de anchoa que Galicia tiene en la zona IXa -que abarca desde Fisterra al golfo de Cádiz- ha vuelto a provocar roces en el caladero. Esta vez ha sido la agrupación Cerqueiros Galegos -que aglutina a las embarcaciones que gestionan de manera individual el cupo de jurel y xarda- la que ha levantado la voz exigiendo la revisión de un reparto que deja a los barcos que operan entre Fisterra y el Miño con un 1,14 % del TAC (total admisible de capturas) y otorga a los cerqueros andaluces el 98,86 % restante.
El detonante del malestar de esta agrupación ha sido la cesión de cien toneladas de anchoa a la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) -que realiza una gestión conjunta de las cuotas- por parte de dos barcos andaluces. Traspaso que, según explicaron desde esta última entidad, se ha hecho a golpe de talonario -aunque no revelaron el importe-, previo viaje a tierras andaluzas en busca de kilos de anchoas sobrantes. En junio encontraron las posibilidades de pesca que necesitaban en dos embarcaciones que estaban amarradas a puerto y, desde entonces, estuvieron buscando la fórmula jurídica para traspasar ese cupo a Acerga, ahora convertida en organización de productores.
Así, por fin pudieron hacer uso de esa cuota y, después de descontar de los cien kilos los 40 que habían sobrepescado, volvieron a capturar bocarte en Galicia, donde «o caladoiro está cheo de anchoas». Sobrados de cuotaQue hubiese kilos en Andalucía sin pescar es lo que da pie a Cerqueiros Galegos a exigir una revisión del reparto, pues la flota del golfo de Cádiz, con un 98,86 % del TAC, «no es capaz de capturar todo, tal y como lo demuestra esa cesión», apunta la agrupación en un comunicado.Si existe excedente en Andalucía, «corresponde al Ministerio de Agricultura y Pesca proceder a una evaluación del consumo de la pesquería en dicho caladero para hacer una reasignación de cuotas a Galicia».
Cerqueiros Galegos recuerda que ya en las reuniones previas a la elaboración del plan de gestión del Cantábrico dejó claro que el 1,14 % de cupo de anchoa otorgado a Galicia en la zona IXa «no cumplía los criterios de reparto tenidos en cuenta para el resto de las especies» y el porcentaje debía ser superior. Para fijarlo se tomó como referencia los cinco años anteriores, lustro en el que había habido muy poco bocarte en la costa gallega. Pero ahora, cinco años después, la especie abunda por estos lares, según refrendan unos y otros, y no se puede pescar por falta de cuota. Para reforzar sus argumentos sobre la necesidad de una redistribución, apunta que el año pasado el golfo de Cádiz cedió 554.750 kilos de anchoa a cambio de que Galicia entregase 1.109.500 de jurel: «Las conclusiones de este intercambio son evidentes», dice.
Como el cupo de bocarte no está repartida por barco en el caladero del Cantábrico -sí lo está en Andalucía-, Cerqueiros Galegos exige «la mayor transparencia posible y la publicación pormenorizada de todas las potenciales reasignaciones que desde el golfo de Cádiz sean factibles de realizar». Asimismo, pide que se explicite qué parte de esa cuota cedida se va a dedicar a compensar la sobrepesca que ha hecho «una parte de la flota gallega» y cuál a nuevas posibilidades.Esa «parte de la flota gallega» -que no es otra que Acerga- dispondrá de unas 60 toneladas, según los cálculos de su representante Andrés García. Este destacó ayer lo arriesgado de la operación, dado que es posible que el precio de mercado no compense el coste de la misma.