Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge ha puesto de relieve cómo el actual modelo de producción de salmón de piscifactoría conlleva una pérdida significativa de nutrientes esenciales, lo que sugiere que integrar más pescado salvaje en nuestra dieta no solo podría enriquecerla con nutrientes, sino también reducir la presión sobre los limitados recursos marinos
La creciente concienciación sobre el impacto ambiental de la acuicultura está llevando a los expertos a recomendar un consumo más directo de pescado salvaje como la caballa, las anchoas y el arenque, utilizados habitualmente en la alimentación del salmón de piscifactoría. Un estudio reciente de investigadores de la Universidad de Cambridge puso de relieve cómo el actual modelo de producción del salmón de piscifactoría conlleva una pérdida significativa de nutrientes esenciales, lo que sugiere que integrar más pescado salvaje en nuestra dieta no sólo podría enriquecerla con nutrientes, sino también reducir la presión sobre los limitados recursos marinos.
El equipo de investigación, dirigido por David Willer, del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, descubrió que los peces salvajes utilizados como pienso tienen niveles de micronutrientes similares o superiores a los de los filetes de salmón de piscifactoría. Por ejemplo, se descubrió que los niveles de calcio en los peces salvajes son más de cinco veces superiores a los del salmón, y sustancias como el yodo, el hierro, los omega-3, la vitamina B12 y la vitamina A son significativamente mayores.
Estos resultados ponen de manifiesto una posible ineficacia de la acuicultura, que pierde nutrientes importantes cuando los peces salvajes se transforman en piensos en lugar de ser consumidos directamente por los seres humanos. Por ello, los científicos proponen un cambio de paradigma, en el que se valore más el pescado salvaje no sólo por su biodiversidad, sino también por su alto valor nutritivo.
Mejorar los piensos para la acuicultura
Además, los investigadores señalaron cómo la industria del salmón podría mejorar la retención de nutrientes mediante un uso más estratégico de ingredientes en los piensos, como subproductos de la pesca y pescado de calidad industrial procedente de fuentes sostenibles. La propuesta incluye la necesidad de un sistema estandarizado que integre métricas de retención de nutrientes en las prácticas de la industria, un enfoque que podría hacerla más eficiente y menos impactante en los ecosistemas marinos.
Ampliar el consumo de variedades de peces salvajes no sólo beneficiaría nuestra salud, sino que también contribuiría a la sostenibilidad de los océanos al reducir la dependencia de un número limitado de especies para alimentar al salmón de piscifactoría. Esta investigación, financiada por entidades gubernamentales y privadas, supone un paso adelante en la comprensión de cómo nuestras elecciones alimentarias pueden repercutir directamente en la salud del ecosistema marino mundial.