Todas las cofradías de pescadores de Lanzarote y La Graciosa se han unido para dirigirse al Gobierno de Canarias con el fin de exigir que de forma urgente controle de una vez la pesca recreativa que se está produciendo en las costas cercanas a las dos islas y acabe definitivamente con los furtivos. Lo hacen en un documento firmado por Gregorio Pérez como patrón mayor de La Graciosa, Francisco Rodríguez como patrón mayor de La Tiñosa, Cristo Caraballo de Playa Blanca y José Aquilino Arrocha de San Ginés, documento al que ha tenido acceso este diario y en el que ponen de manifiesto el enorme daño que están haciendo ahora los supuestos aficionados a la pesca a los profesionales del sector. En todo momento, eso sí, distinguen entre los recreativos que tienen derecho a ejercer su actividad y los furtivos, que son los que no deberían salir a la mar ni un solo día.
La denuncia la había adelantado el secretario de la Asociación de Pescadores de La Santa, Cristóbal Olivero, este lunes en el programa «A buena hora» de Crónicas Radio-COPE Lanzarote, donde cuestionó seriamente el escaso control que se está ejerciendo sobre la pesca recreativa en estos momentos. «Si ya lo está pasando mal el sector con el tema del coronavirus, al no haber turismo y no haber restauración prácticamente en las dos islas, imagínense si el poco pescado que se puede vender no se vende porque hay un montón de recreativos sin control que están cogiendo el pescado y vendiéndolo a mitad de precio a la gente y a algunos comercios también», subrayó durante su intervención. «No hay control de ningún tipo, y es un tema serio, no sólo por lo que afecta a los profesionales sino por las consecuencias que puede tener en la salud de la gente», advirtió.
En el escrito las cofradías relatan al Ejecutivo autonómico que durante el confinamiento habían notado un repunte en la venta a particulares, repunte que de pronto bajó al aumentarse de forma escandalosa la venta de la gente sin licencia profesional. «Ha habido un aumento de pescadores furtivos que aprovechan la situación para seguir haciendo venta ilegal», relatan.
En esta línea, muestran su asombro por el hecho de que estos furtivos utilicen las redes sociales para publicitarse y para vender con mayor facilidad el producto que ofrecen sin ningún tipo de control.
Ante esta situación, exigen a la Dirección General de Pesca del Gobierno de Canarias que incremente el control y la inspección de los barcos de pesca recreativa, persiga en las redes sociales a todo aquel que ofrezca una venta de pescado de estas características, saquen en la prensa cada vez que cojan a un pescador furtivo pescando o vendiendo sus capturas y restrinja la pesca recreativa a sólo dos días a la semana para poder facilitar los controles fitosanitarios, tal y como recuerdan que se hace en otras comunidades autónomas.
