El eurodiputado vasco Carlos Iturgaiz ha presentado un informe que pide a la Unión Europea un impulso para el sector de la acuicultura. El objetivo es hacerlo más competitivo y un garante de la seguridad alimentaria de los ciudadanos. La Eurocámara ha apoyado la iniciativa al aprobar el documento.Bajo el título “Hacia un sector europeo de la acuicultura sostenible y competitivo: situación actual y desafíos futuros”, el informe de Iturgaiz defiende que la acuicultura dé prioridad a una producción alimentaria sostenible y diversa, en la que se encuentren todo tipo de productos acuícolas, como pescado de agua dulce, pescado de agua salada, moluscos, crustáceos o algas.
El europarlamentario no ha escatimado palabras a la hora de hablar de los problemas con los que cuenta el sector hoy en día, tales como la falta de espacio marítimo disponible, los obstáculos administrativos, la competencia en los mercados mundiales, la falta de información que tienen los ciudadanos y la mala imagen derivada de ella. Para paliar estas carencias, Iturgaiz ha propuesto una serie de medidas que incluyen el establecimiento de criterios homogéneos para la concesión de licencias dentro de la UE; la puesta en marcha de procedimientos comunes para la gestión de enfermedades; la ordenación eficaz del espacio o el establecimiento de objetivos tanto a nivel continental como a nivel regional, para adaptarlos a las particularidades de cada país.
También se destaca en el escrito la necesidad de aplicar con mayor rigor la legislación comunitaria en cuanto a etiquetado e información al consumidor, pues es necesario que el ciudadano sepa qué producto está consumiendo y cuáles son sus características.
Otra de exigencias en materia legislativa se centra en la mejora de los controles en las fronteras con respecto a las importaciones de productos acuícolas procedentes de países no europeos, pues estos deben cumplir las mismas normas medioambientales y de seguridad alimentaria que los generados dentro de la UE.
Por qué es necesario impulsar la acuicultura
Según la última publicación de Apromar, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España, la producción acuícola en nuestro país sigue estancada: de las 64.866 toneladas de 2016 se ha bajado a 64.168 en 2017, una situación que consideran lamentable por la capacidad que hay para seguir creciendo. Esta realidad se debe, en parte, a que más de la mitad del consumo acuícola europeo procede de países extraeuropeos, pero también a que las empresas de acuicultura europea chocan con dificultades burocráticas y con obstáculos para acceder a espacios idóneos, como señala Carlos Iturgaiz.
Otra de las apuestas de diferenciación que hace el eurodiputado vasco en su informe es la del crecimiento sostenible, también defendido por Apromar bajo el nombre de Crecimiento Azul, una estrategia de apoyo al crecimiento sostenible de los sectores marino y marítimo que reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de la economía europea. Dentro del marco del Crecimiento Azul, la asociación ha firmado el pasado mes de mayo un protocolo para la potenciación de la acuicultura en colaboración con la Secretaría General de Pesca.
Innovación, comunicación y marco legislativo
El documento que el Parlamento Europeo ha aprobado estos días viene avalado por el trabajo realizado por los organismos del sector. España es el mayor productor acuícola europeo, siendo la acuicultura un sector que da empleo a unas 85.000 personas en todo el continente, que trabajan, sobre todo, en zonas costeras y rurales.
Desde la Asociación Empresarial de Acuicultura de España han hecho varias propuestas para fomentar su optimización, por ejemplo, mediante la innovación, a través de la Red de Experimentación Marina de Acuicultura (REMA) y en colaboración con instituciones de investigación y universidades. El proyecto más reciente en el que están trabajando REMA y Apromar consiste en la normalización de granjas de peces en jaulas en el mar.
Otro de sus objetivos es la puesta en marcha de un Plan Estratégico de Comunicación para la Acuicultura Española, que está en fase de diseño. Apromar apuesta también por la defensa legal de los derechos de los productores españoles de acuicultura frente a prácticas comerciales ilegales, como por ejemplo las importaciones de especies de pescado de terceros países que vienen subvencionadas en condiciones consideradas ilegales dentro de la UE.
Al igual que la propuesta del diputado Carlos Iturgaiz, desde la asociación de empresarios consideran imprescindible la mejora del marco administrativo estatal y autonómico, además del europeo, y proponen construir un marco laboral competitivo a través de la quinta edición del Convenio Colectivo Nacional de Acuicultura Marina. Además, Apromar apuesta por el sello diferencial español Crianza de Nuestros Mares, que este año hará una inversión de 1,7 millones de euros, la mayor hasta el momento.
El pasado mayo, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España suscribió un protocolo de actuación con la Secretaría General de Pesca para el impulso de la acuicultura sostenible a través de la innovación y la investigación científica. Ante este organismo gubernamental han pedido la recuperación del Observatorio Español de Acuicultura, que funcionó entre 2002 y 2004, para dotar a este sector de las herramientas necesarias para su expansión
