La campaña Pelgas, realizada por Ifremer, fue presentada este viernes en Lorient, a bordo del barco Thalassa, en donde se onfirma el buen desempeño de la población de anchoa en el Golfo de Vizcaya.Según los resultados de la campaña el volumen estimado de anchoa asciende a 120 000 toneladas. La evaluación llevada a cabo cada año en mayo por científicos de Ifremer confirma la presencia muy estable de pescado de plata.
El prebilan de esta misión llamada Pelgas fue presentado este viernes en Lorient, a bordo del barco Thalassa. La evaluación final se establecerá a finales de junio en Lisboa, una vez integrados los datos de los científicos vascos que cuentan los huevos.
Durante un mes, la embarcación inspeccionó el golfo de Vizcaya de sur a norte. La temperatura del agua, la salinidad, etc., así junto con otras variables del ecosistema. Esto ayuda a comprender el entorno, donde la anchoa es muy sensible.
Lluvia y fitoplancton
«Tras las fuertes lluvias de este invierno y esta primavera, hubo un flujo de agua dulce desde los ríos principales. Todos estos minerales han beneficiado al fitoplancton, que alimenta la anchoa «, explican Mathieu Doray y Erwan Duhamel, investigadores de Ifremer Nantes y Lorient.
La flota española tiene una cuota cercana a las 27.000 toneladas mientras que Francia cerca de 5000. La flota francesa está compuesta por quince barcos pelágicos de Lorient, barcois de La Turballe y Saint Gilles Croix de Vie, otros 30 cerqueros San Génolé, Concarneau, Lorient y Saint-Jean de-Luz y unos treinta barcos de otros puertos. La flota española está compuesta por 145 barcos del Cantábrico y Noroeste
«La pesquería de anchoa, por ejemplo, se cerró en 2005 porque la población había alcanzado un nivel preocupante, y el reclutamiento había sido bajo desde 2002. La pesca no podía ser la única explicación para esta situación, las condiciones ambientales tenían una influencia. El éxito de las reproducciones, la supervivencia y el crecimiento de larvas y juveniles de anchoa, y un plan de gestión más cauteloso, adoptado a propuesta de los pescadores profesionales, ha restablecido el equilibrio. Y en 2010, en base a los resultados de la campaña de Pelgas que indicaban altos niveles de biomasa. Esto hizo que la pesquería de anchoa se reabriese en el Golfo de Vizcaya. La biomasa de anchoa ha alcanzado desde entonces un máximo histórico en la parte francesa del golfo de Vizcaya en 2015 «
