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viernes, abril 19, 2024
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Barcos con energías renovables, un gran futuro para la industria marítima

La industria marítima tiene un gran negocio en ciernes con la transformación de los buques y barcos mediante el empleo de las energías renovables. De hecho muchas energías están estudiando el futuro de los buques y barcos eléctricos propulsados con energías renovables.Ya existen ejemplos en los que navegación marítima utiliza la energía del Sol para mejorar el medio ambiente.

La sensación que el sector de las renovables es de aplicación principal sobre la edificación o sobre el transporte terrestre (El afamado coche eléctrico) es generalizada, pero otros sectores menos conocidos como el transporte marítimo podrían tener un alto impacto positivo sobre el medio ambiente sí de forma generalizada cambiarán el tipo de combustible tradicional que utilizan, el fósil, por más embarcaciones híbridas, barcos eléctricos al 100% o grandes buques que sean propulsados por energías renovables.

Hay que reconocer que el transporte marítimo está considerado uno de los modos más baratos de transportar diferentes mercancías por el mundo por lo que se entiende que el crecimiento de este sector sobre la economía es positivo, pero en realidad esta tendencia de crecimiento está lastrando un aumento en los gases de efecto invernadero (GEI), las contaminaciones atmosféricas o las acústicas.

Aunque nuevas tecnologías están apareciendo para mejorar las cualidades de los barcos frente al medio ambiente; sistemas alternativos de propulsión basados en el viento, nuevos materiales para sus estructuras o cascos (Incluso reciclados), sistemas de antifouling para barcos (Prevención de corrosión y mantenimiento instalaciones) y pinturas más resistentes que alargan la vida de los buques y embarcaciones. Aún falta mucho por alcanzar tal y como podremos comprobar a lo largo del artículo.

La actual situación de contaminación no es compatible con el objetivo acordado internacionalmente para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C en comparación con los niveles preindustriales, donde se requieren que las emisiones mundiales se reduzcan al menos a la mitad desde los niveles de 1990 para el 2050.

Según las estimaciones, el consumo de energía de los buques y en las emisiones de CO2 en el campo del transporte marítimo se podrían reducir hasta un 75% aplicando medidas operativas coherentes y tecnologías que ya existen.

Así que ahora nos toca ver cuáles son las propuestas y ejemplos de barcos y buques que están favoreciendo el uso de energías alternativas y menos contaminantes con el objetivo de contextualizar el tema que estamos tratando hoy.

El primer barco con renovables en dar la vuelta al mundo

Fue un hito dentro de la navegación marítima y ocurrió por aquel 2012. El proyecto Planet Solar se convirtió en el primer barco eléctrico solar en dar la vuelta al mundo con bandera Suiza y gracias al ingenio de un empresario llamado Raphael Domjan.

El Energy Observer se sirve de la energía solar y eólica directamente y del agua transformándola

Como si del Calypso de Jacques-Yves Costeau se tratase, el catamarán Energy Observer atracó ayer en València en la trigésima parada de un viaje programado para dar la vuelta al mundo. Sin embargo, la estela que deja el Energy Observer es pura innovación.

Esta embarcación, la primera propulsada por energías renovables e hidrógeno,está inmersa en una travesía de seis años en los que recorrerá 50 países y 101 escalas en las que persigue el desafío tecnológico y científico de demostrar que la sostenible es la tecnología del futuro.

Al menos así lo explica el fundador y capitán, Victorien Erussard, que ha defendido que el navío “demuestra que es posible” navegar sin emisiones de dióxido de carbono ni partículas finas (altamente contaminantes), así como sin el ruido con que los barcos comerciales suelen emitir, perjudicial para los ecosistemas marinos.

El marino ha relatado que en los lugares en que recala esta expedición, llamada “Odisea para el futuro”, organizan encuentros con científicos, ingenieros y otros marineros para intercambiar conocimiento en torno a este sistema energético que, según ha asegurado, es aplicable a pequeña y gran escala al transporte marítimo, terrestre y ferroviario, además de sectores como la vivienda y la industria.

El Energy Observer, que ha recorrido diez mil millas -cerca de 20.000 kilómetros- se sirve de la energía solar y eólica “directamente” y del agua “transformándola”, ya que el barco cuenta con sistemas que convierten el agua del mar en hidrógeno, una alternativa natural que trabajan en “hacer accesible pronto” en sustitución de los combustibles fósiles, que “están a punto de llegar a su fin”, ha señalado Erussard.

”El 20 por ciento de las emisiones de CO2 en el mundo provienen de transportar esas energías fósiles”, un “problema” que tiene solución en el aprovechamiento de las energías de la naturaleza “como demuestra este proyecto”, que simboliza el círculo virtuoso en que el agua del mar se emplea en la propulsión y el funcionamiento de la embarcación.

El barco, de 30 metros de largo y 13 de ancho, es un “laboratorio flotante” que tienen “una historia muy bonita”, ya que perteneció a Peter Blake, ganador de la Copa del América, y que representa el deseo de “no querer morir” y “estar siempre a la vanguardia de la tecnología”.

El proyecto materializa su vertiente divulgativa con los espacios que habilita su equipo de científicos en los puertos en los que atraca, donde los curiosos pueden conocer el sistema energético del barco, que solo podrán ver por dentro mediante realidad virtual, ya que no se permite el acceso del público.

El Energy Observer estará en Valencia hasta el 6 de septiembre, cuando zarpará a Tánger, Lisboa y Saint Malo

Erussard ha contado que “no se trata del futuro, sino del presente”, una convicción sobre la que tomó conciencia en su etapa de regatista y marín, en que surcaba el océano a borde de embarcaciones comerciales que causan un alto perjuicio al entorno marino.

Este proyecta cuenta también con difusión a través de redes sociales y vídeos accesibles en Internet en que aportan sus hallazgos en materia energética, una de las labores que Erussard lleva a cabo como embajador francés -nombrado por el Ministerio de transición Ecológica galo- de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.

Con un presupuesto de en torno a 5 millones de euros, el navío desarrolla y perfecciona esta alternativa energética renovable, que está teniendo una buena acogida entre las navieras, según ha afirmado, y que podrían acelerarse de forma exponencial en los próximos diez años.

El Energy Observer estará en Valencia hasta el 6 de septiembre, cuando zarpará a Tánger, Lisboa y Saint Malo, su punto de partida.

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