Los pescadores no han conocido meses de enero y febrero tan malos como los que han vivido desde hace 25 años, con las continuas borrascas que les ha impedido salir a la mar. «Desde hace más de 25 años no hemos conocido meses tan malos como los de este primer trimestre. Enero y febrero han sido nulos para la flota de cerco», señalaba un pescador de Ondarroa, situación que ha afectado a los comercializadores de pescado que no han podido comercializar pescado.
También sobre estos últimos ha repercutido el que no pudieran comprar las especies que habitualmente descarga la flota pesquera. La sucesión de borrascas de estos días, con fuertes lluvias y tormentas con aparato eléctrico, dejaron prácticamente vacías de mercancía las lonjas en donde escaseó el pescado.
Unicamente, en marzo,se han producido descargas de verdel y anchoa. Durante esta semana se ha conseguido descargar anchoa pequeña, de 60 a 70 piezas en el kilo que se ha vendido en lonja a 1,5 euros y 0,70. Capturada en la costa de Francia, las condiciones en el mar mejoraron con respecto a los borrascosos días anteriores por el paso de la tormenta Gisele, aunque también en algunos días solo han salido a trabajar unos pocos barcos. Por ello, se espera que en abril amaine el temporal y suban las temperaturas, un mes en el que tienen lugar capturas de anchoa con mayor regularidad, especialmente en la segunda quincena.
