La sede de AZTI en Sukarrieta ha acogido una serie de talleres sobre experiencias en el desarrollo de DCPs (Dispositivos Concentradores de Peces) no enmallantes y biodegradables, organizada por ISSF (International Seafood Sustainability Foundation) y AZTI.
Las prácticas óptimas recomendadas por ISSF incluyen el uso de DCPs no enmallantes, así como la aplicación de técnicas de manipulación para la liberación de especies no objetivo (p. ej., tortugas y tiburones) para lograr un máximo grado de supervivencia, motivo de la celebración del taller.
Los talleres con los patrones de las empresas de las organizaciones ANABAC y OPAGAC permitió conocer el diseño y uso de un FAD (de sus siglas en inglés Fish Aggregating Devices; DCPs) que evite el enmalle de especies asociadas sensibles como tortugas y tiburones, y se ha trabajado con el propósito de identificar y acordar un diseño alternativo de dispositivos que minimicen el impacto. En este momento, en ciertos océanos como el Atlántico sólo está permitido el uso de FADs no enmallantes, mediante el uso de FADs con ciertas características mínimas acordadas y sin perjuicio de cada empresa pueda desarrollar y aplicar diseños y materiales que minimicen todavía más el impacto sobre las especies no objetivo y el impacto sobre el medio marino.
En principio, la flota española ha incrementado el número de buques que, con herramientas específicas dirigidas a la mejor liberación de capturas incidentales, tales como camillas o redes de carga, para facilitar que especies no objetivo sean devueltas al mar vivas de forma rápida y segura.
Ocurre también que algunas conserveras solo compran atún de flotas que siguen pautas sostenibles como los DCPs contra el enmalle. La flota atunera española ha sido una de las más receptivas y activas a nivel mundial con respecto a la adopción de las prácticas óptimas para la mitigación de capturas incidentales promovidas por ISSF. Todos los barcos de la flota están inscritos, además, en el Sistema Proactivo de Buques de ISSF (PVR, por sus siglas en inglés), donde son auditados para demostrar que realizan una serie de prácticas sostenibles. Esto sirve para diferenciarlos claramente de otras flotas que realizan prácticas de pesca no declarada y no reglamentada (IUU, por sus siglas en inglés).
Todos estos esfuerzos se han visto recompensados recientemente con la otorgación de los primeros certificados de conformidad Aenor de Atún de Pesca Responsable (ARP) del mundo. “Estamos investigando la instalación de DCPs que permitan llevar a cabo trabajos de pesca sostenible y particularmente sobre el manejo de plantado, que sean hechos con material ecológico, que no enrede o no enmalle especies sensibles como tiburones, tortugas, mantas o rayas”, destacó el Dr. Jefferson Murua, de AZTI, coordinador del taller. Comentó además Murua que en base a las propuestas de los patrones se trata de diseñar proyectos de tal manera que a futuro se hagan pruebas con los nuevos prototipos de DCPs que logren los objetivos de ser biodegradables y no contaminantes al ambiente marino, además de enredar lo menos posible cualquier especie.
Este experto de AZTI, durante su exposición, presentó un sumario de las actividades del diseño de plantados no enmallantes y biodegradables, al tiempo que hizo una reseña de la evolución de la pesquería sobre DCPs.
Murua también explicó los futuros proyectos que iban a ponerse en marcha continuando con esta dinámica de promover la pesca sostenible y evitar la polución marina. En el 2018 la flota de OPAGAC y ANABAC junto con la flota francesa comenzarán a probar en aguas del océano Indico diversos DCPs hechos con materiales naturales biodegradables, a través del proyecto europeo BIOFAD. Ya desde el 2007 la flota fue pionera en pruebas en la mar testando el uso de materiales naturales tales como el bambú, sisal o algodón, que se descomponen una vez la vida útil del DCP se acaba. Esta vez la escala será mucho mayor, puesto que en el marco de este proyecto europeo liderado por AZTI se van a probar más de mil DCPs no enmallantes biodegradables en el próximo año y medio. En esta línea de trabajo, a principios de octubre científicos de AZTI e ISSF y representantes de la flota de OPAGAC se reunirán en Manta (Ecuador) con científicos de la CIAT (Comisión Interamericana del Atún Tropical) y empresas de Tunacons de Ecuador para colaborar en pruebas similares con DCPs biodegradables en el océano Pacífico. Allí también se plantea utilizar un número significativo de estos DCPs sostenibles para avanzar en su adopción a nivel de flota.
Profesionales formados
Según expone ISSF, en sus talleres actualmente han participado 664 pescadores de la flota española, es decir, el 25% de los 2.736 profesionales de la flota atunera mundial formados por esta fundación. ISSF está integrada por científicos, el sector pesquero atunero y WWF, que promueve iniciativas para la conservación a largo plazo y el uso sostenible de las poblaciones de atún, la reducción de las capturas incidentales y la promoción de la salud de los ecosistemas.
Desde el año 2012 la flota atunera de ANABAC y OPAGAC está suscrito a un acuerdo voluntario llamado el “Código de Buenas Prácticas” en el que se comprometen a llevar a cabo pesca con DCPs no enmallantes y utilizar las mejores prácticas de liberación. Iniciativas similares están surgiendo ahora en otros lugares como Ecuador, donde Tuna Conservation Group (Tunacons) en coordinación con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF ECUADOR) introducen similares medidas para promover una serie de actividades para generar una pesca sustentable del atún. Así, los patrones aplicarán también a bordo buenas prácticas para el manejo y liberación de la fauna acompañante sensible conforme a las medidas de mitigación adoptadas por la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT)’
Buenas prácticas
Entre las buenas prácticas destacaba, asimismo, el desarrollo y aplicación de técnicas liberadoras de menor riesgo y que optimizan la supervivencia de especies asociadas, incluyendo la obligatoriedad de tener abordo material y equipamiento específico para facilitar las maniobras de liberación. En el caso de los tiburones, el impacto de su captura accidental puede reducirse mediante la aplicación de protocolos de manejo y liberación adecuados. Respecto a las tortugas marinas, siguiendo las recomendaciones de las cuatro Organizaciones Regionales de Pesca (ORPs) atuneras sobre este grupo de animales marinos, las tripulaciones deben intentar por todos los medios liberar todas y cada una de las tortugas que puedan estar enmalladas en los objetos o en las redes al cerrar el cerco. Con las prácticas aprobadas, la mortalidad de tortugas marinas en la flota de cerco de OPAGAC-AGAC y ANABAC-OPTUC es prácticamente nula.
La incidencia de las mantas y rayas en los lances con objetos es muy baja. No obstante, se establece un protocolo muy sencillo y seguro para su liberación en caso de que aparezcan. Este procedimiento se basa en tratar de sacar los animales fuera del cerco empleando el salabardo con el que se embarca la captura, aunque se pierda cierta cantidad de pesca, o en su defecto, con algún otro tipo de dispositivo o equipamiento específico tipo cuna que minimice cualquier daño posible.
En lo referido a los tiburones ballena o pintos, la mayoría de Organizaciones Regionales de Pesca (ORPs) atuneras han implementado medidas que prohíben las prácticas de pesca intencionadas. Sin embargo, estos animales podrán ser cercados por la red de forma no intencionada, puesto que muchas veces nadan lejos de la superficie, dificultando su detección antes del lance. A pesar de la dificultad que la maniobra de liberación de pintos entraña, la tripulación tomará todas las medidas posibles para evitar el daño sobre estos animales y llevará a cabo su liberación siguiendo el protocolo desarrollado por científicos y acordado en el programa. Los resultados analizados hasta el momento, demuestran que el 100% de los tiburones ballena incidentalmente cercados, si se liberan correctamente, sobreviven sin ningún problema tras la maniobra de liberación.
