Francia lleva a cabo la nacionalización temporal del astillero Saint Nazaire (STX), después de los intentos de compra de un astillero italiano Fincantieri que se ha hecho con la mayoría del capital. Las autoridades galas se han hecho con un 66,6% de las acciones de STX France, 79,5 millones, con la aprobación de la Agencia de Participaciones del Estado. Esta decisión fue «tomada en total acuerdo con el presidente y el primer ministro», dijo el Ministro de Economía.
Así, el Estado se convierte temporalmente 100% propietario del astillero, y trata de buscarse una solución industrial a la instalación, después de un tira y afloja entre Roma y París. La nacionalización tiene como objetivo «la defensa de los intereses estratégicos franceses en la construcción naval, defender el empleo y el saber hacer de este referente en la construcción naval», señalan fuentes del gobierno francés que no utilizan la palabra nacionalización, y subrayan que no se trata de una decisión anti-italiana, aunque siguen abiertas las negociaciones con Italia.
Para Bruno Retailleau, presidente de la región del Pays de la Loire, «el gobierno tiene razón». En el proceso de revitalización del astilleros 20 empresas se han declarado candidatos para entrar en el capital del astillero. El presidente de la región cree que esto traería «una garantía seria que nuestros trabajos, de cara a que nuestros intereses locales se protejan».
El constructor naval italiano Fincantieri había alcanzado un acuerdo para la compra de dos tercios de las acciones de STX France, el astillero francés del grupo surcoreano STX Offshore & Shipbuilding. Tras la operación, Fincantieri pasaría a controlar el 60% de la cartera mundial de cruceros, reforzando su liderazgo en el segmento. Tanto Fincantieri como STX France son importantes clientes para la industria auxiliar naval española, tanto para los fabricantes de equipos como para los suministradores de mano de obra. No obstante, el Gobierno francés no quiere desprenderse de un astillero de referencia estratégica. Por ello,persisten las negociaciones con la parte italiana para ultimar la compra del capital
STX Offshore & Shipbuilding Co., en quiebra desde el pasado mayo, había puesto en venta el astillero francés -el único rentable de los que posee- con el fin de reducir deuda. En un principio también se interesaron por la mayor factoría naval gala el grupo holandés Damen (en alianza con importantes navieras de cruceros) y un holding chino. Pero la mejor oferta la presentó la italiana Fincantieri, que se iba a hacer con el 66% del capital tras un acuerdo con la matriz STX Offshore & Shipbuilding Co. y el visto bueno del Tribunal de Seúl. El tercio restante quedaría en manos del Estado francés, que también tiene una participación en el astillero DCNS.
Los ecos del cambio de manos en STX France llegaron incluso a la ría de Vigo, donde una docena de industrias auxiliares del naval son proveedoras de esta factoría. Empresas como JJ Naval (calderería) y Mind Industrial (especializada en refrigeración industrial, tubería y calderería), son habituales subcontratistas del astillero. Pero también fabricantes de equipos como la filial española del grupo finlandés Wärtsilä, Wärtsilä Ibérica (Porriño); Panelship (Ponteareas) o el astillero Nodosa en Marín son proveedores de la firma de Saint Nazaire