La huelga de agricultores en Alemania se ha extendido a otros colectivos profesionales, entre ellos los pescadores. La protesta se extiende también a Dinamarca. La escalada de protestas, que comenzó con los agricultores alemanes, se está convirtiendo en un amplio movimiento de resistencia en el que ahora también participan los pescadores. La tensión ha alcanzado su punto álgido con una serie de manifestaciones que reflejan el creciente descontento con el Gobierno alemán y, en particular, con el Ministro de Economía, Robert Habeck, de los Verdes.
Agricultores y pescadores: cooperación contra las medidas de reducción
Los agricultores, inicialmente indignados por los recortes de las subvenciones agrícolas y el posible aumento del coste del gasóleo, han encontrado un aliado inesperado en los pescadores. En solidaridad con la causa agrícola, ambos grupos unieron sus fuerzas para protestar contra las decisiones gubernamentales que amenazan a los sectores agrícola y pesquero, ambos considerados elementos fundamentales de la industria alemana.
Consecuencias de la reducción de las subvenciones
Durante las negociaciones sobre el presupuesto suplementario, se supo que el Gobierno alemán pretende reducir las subvenciones a la agricultura, medida que ahora también afecta a la pesca.Se suponía que los ingresos procedentes de la subasta de licencias para turbinas eólicas marinas, que ascienden a unos 13.000 millones de euros, se destinarían en un 5% (670 millones de euros) al desarrollo, investigación y promoción de la pesca. Sin embargo, esta cifra se ha reducido drásticamente a sólo 109 millones de euros.
Próximos retos para la pesca
Las próximas prohibiciones de la pesca de arrastre, la pérdida de caladeros y prácticas como la succión y el dragado de ríos suponen una amenaza real para la industria pesquera. La decisión del Gobierno alemán plantea dudas sobre la posibilidad de un comportamiento inconstitucional, ya que parece cortar una financiación vital para el bienestar de la industria alemana.
Dinamarca: mismas preocupaciones, misma lucha
La situación no se limita a Alemania; Dinamarca comparte las mismas preocupaciones. Se están arrebatando caladeros a los pescadores y las indemnizaciones prometidas desaparecen misteriosamente. Las promesas iniciales del 10% de los ingresos de la subasta se han reducido al 5%, y ahora se discute un nuevo recorte al 1%.
La transparencia del gobierno, amenazada
La falta de comunicación oficial del Ministerio de Medio Ambiente con el sector pesquero, unida al aparente desinterés de los Verdes por la transparencia y la participación pública, aumenta aún más las tensiones. Los pescadores se enteraron de las decisiones del gobierno a través de la prensa, señal de la falta de diálogo y consulta.
En un momento en que agricultores y pescadores se unen para defender sus intereses, la estabilidad de la industria alimentaria alemana pende de un delgado hilo. La exigencia de transparencia e implicación gubernamental se hace cada vez más urgente para evitar graves consecuencias a ambos sectores.
