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La reunión de IOTC ha acordado establecer una nueva norma de gestión para reducir un 33% el despliegue de FAD en el plazo de 2025 –pasando de los 300 actuales a 200–; así como establecer un registro de dispositivos agregadores y establecer una veda de 72 días.
A propuesta de Indonesia, IOTC ha votado prohibir a los cerqueros el uso de dispositivos de concentración de peces durante 72 días. Según los armadores europeos, esto supondría el fin de esta pesquería.
El sector europeo, representado por el Europêche Tuna Group, considera que la medida pone en peligro la continuidad de la flota cerquera en el Índico y supone una grave amenaza para las economías de los países ribereños en desarrollo, víctimas directas de una “tormenta geopolítica”, apunta el sector, provocada con el único objetivo de “acabar con las pesquerías con dispositivos de concentración y expulsar a las flotas europeas de esas aguas”.
La UE fue presionada para que redujese de forma significativa el uso por parte de su flota de buques pesqueros de «dispositivos de concentración de peces» que los ecologistas acusan “de realizar grandes capturas de grandes cantidades de peces y contribuyen aún más a la sobrepesca“.
Las 33 partes de la CAOI se reunieron para debatir propuestas de control, gestión y restricción del uso de DCP. India presentó una propuesta para prohibir los DCP en los cerqueros. La propuesta de la UE mantuvo utilizar material biodegradable en los DCP para mitigar el daño ambiental, así como aumentar la trazabilidad y la responsabilidad y restringir el uso de DCP por buque a 280 para 2024 y 260 para 2026.
La sexta sesión especial de la Comisión del Atún para el Océano Índico (CAOI) concluyó el domingo con la aprobación de dos resoluciones sobre dispositivos de concentración de peces (DCP).
Once Estados ribereños presentaron una propuesta sobre los DCP a la deriva -utilizados por las flotas industriales de cerco, incluidas las de la UE-, que fue aprobada por mayoría de dos tercios tras una votación secreta en las últimas horas de la reunión de tres días celebrada en Mombasa (Kenia).
La propuesta, que entrará en vigor el 1 de enero de 2024, incluía una reducción gradual del número de DCP a la deriva permitidos por buque, de 300 a 250 el primer año y a 200 en 2025. También ordenaba la creación de un registro de DCP de deriva, lo que permitiría aumentar la transparencia y el control de los controvertidos dispositivos artificiales utilizados para atraer a los atunes, una gran proporción de los cuales son juveniles, lo que afecta a las ya sobreexplotadas poblaciones de rabil y patudo. Lo más importante es que la propuesta aprobada establece un periodo de veda de 72 días para los DCP a la deriva. Este aspecto de la propuesta recibió la mayor oposición de la UE, que ha amenazado con oponerse a la propuesta en su totalidad. Otra propuesta sobre los DCP anclados, presentada por Maldivas y Kenia, fue aprobada por consenso.
Blue Marine Foundation y la International Pole and Line Foundation (IPNLF) felicitan a los miembros de la CAOI por el éxito de las medidas adoptadas en la reunión para frenar los efectos nocivos de los DCP sobre las poblaciones de atún, las especies amenazadas y el medio marino, e instan a todos los Estados miembros de la CAOI, incluida la UE, a acatar las medidas de conservación adoptadas.
Jess Rattle, Jefe de Investigaciones de Blue Marine, ha declarado: «Esta decisión histórica se ha estado gestando durante tres años y supone un paso de gigante para la conservación de las poblaciones de atún en el Océano Índico. Frente a la inmensa presión y oposición de poderosos actores de la UE, los 11 Estados costeros y los demás partidarios de la medida de los DCP a la deriva han demostrado verdadero liderazgo y dedicación a la protección de las poblaciones de atún del Índico y de las innumerables comunidades costeras que dependen de ellas».
Martin Purves, Director General de IPNLF, declaró: «Felicitamos a los estados costeros que han trabajado tan duro para asegurar esta importante victoria para las poblaciones de atún y los medios de subsistencia costeros en toda la región del Océano Índico. Aunque reconocemos que durante el proceso de negociación se hicieron concesiones significativas para dar cabida a los pequeños estados insulares en desarrollo, la nueva medida sobre los dañinos DCP de deriva tendrá un impacto significativo en el control de los daños causados por las flotas atuneras industriales de cerco».
IPNLF y Blue Marine esperan que la introducción de ambas medidas de conservación contribuya a reconstituir las poblaciones sobreexplotadas, proteger los ecosistemas y salvaguardar los medios de subsistencia de las comunidades costeras.
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En una carta firmada por Marks & Spencer y más de 100 grupos ecologistas, entre ellos la International Pole and Line Foundation, advirtieron a los funcionarios de la UE de que “estos dispositivos (DCP) eran uno de los principales responsables de la sobrepesca de rabil en el océano Índico, ya que capturan un elevado número de juveniles“.
En el escrito se pide a la UE para tomar la iniciativa y apoyar medidas contundentes para frenar el uso de estos dispositivos, tras celebrarse en Mombasa una reunión con los organismos reguladores, la Comisión del Atún para el Océano Índico (CAOI), afirman los grupos.
El atún de aleta amarilla es acusada de padecer sobrepesca en el Océano Índico desde 2015. La población de patudo de la región también fue evaluada rnegativamente.
Sainsbury’s y la cadena alemana Edeka se ha unido a Marks & Spencer para pedir a los Estados que controlen, gestionen y restrinjan los DCP, a fin de reducir la sobrepesca y recuperar las poblaciones de rabil.