El Gobierno reservará 110 millones en préstamos blandos para proyectos innovadores para el desarrollo del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) para el sector naval, en el que están implicados fondos de la Unión Europea.
El Gobierno tiene ya pergeñado todo el aparataje de ayudas. Pretende movilizar 1.460 millones de euros, de los que la aportación pública (Gobierno central y comunidades) ascenderá a 310 millones de euros, y la privada los 1.150 millones de euros restantes. El plazo de presentación de solicitudes de las empresas interesadas comienza el 18 de enero y finalizará el 28 de febrero, según la convocatoria del Perte publicada por el Ministerio de Industria.
Pero más allá del plazo de presentación, era importante conocer el detalle de las condiciones financieras de las ayudas públicas que se van a otorgar. El Ministerio de Industria ya ha reservado una primera línea (para 2023) de 120 millones de euros para subvenciones directas, con cargo a los fondos de la UE. Del mismo modo, ha reservado otros 70 millones de euros (ampliables a 40 millones más) para conceder préstamos al sector para proyectos de este tipo, según ha podido conocer CincoDías.
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La financiación a conceder por proyecto y entidad será, como máximo, del 80% del presupuesto financiable. Y para el cómputo de esta financiación total se sumará el préstamo nominal más la subvención.
El plazo de amortización de la parte de ayuda concedida en forma de préstamo será de diez años, con un plazo de carencia de tres años. Y el tipo de interés aplicable será del 0%. Estas condiciones (13 años para la devolución sin intereses) han sido recogidas con satisfacción por parte del sector, conscientes de que una parte de los proyectos tendrán que ser financiados con créditos (devolución del principal).
“Es importante garantizar el rigor del proceso administrativo que necesitan las empresas para tener la seguridad jurídica de que todas estas ayudas se hacen conforme a las bases reguladoras”, señala a CincoDías la ministra de Industria, Reyes Maroto. Y no es para menos. A las ayudas están llamadas, no solo Navantia (astilleros públicos) y Pymar (asociación de astilleros privados), sino compañías relacionadas con la energía eólica marina.
Eólica marina
Los proyectos a financiar con el Perte naval deben estar relacionados con la digitalización y la sostenibilidad (economía circular, eficiencia energética y mejora medioambiental), pero también se ha reservado un espacio a la diversificación (innovación de la cadena de valor) y es aquí donde tiene cabida la éolica marina, una tecnología en pleno desarrollo mundial.Prueba de las sinergias que se buscan en este punto es la incorporación de Pymar a la Asociación Empresarial Eólica (AEE). En mente, la construcción de plataformas sobre la que anclar los aerogeneradores.
“El objetivo con este Perte es generar importantes retornos económicos, así como reforzar las capacidades industriales de nuestro país, contribuir al desarrollo tecnológico y digital del sector naval y a la generación de empleo cualificado”, añade Maroto.
En esta línea, Industria ha creado la llamada Alianza del Perte Naval, un espacio de interlocución para “maximizar las oportunidades de colaboración, sinergias y seguimiento del funcionamiento y el impacto de los instrumentos”. Está presidida por la ministra de Industria. La vicepresidencia corre a cargo de la CEO de Pymar, Almudena López del Pozo. Forman parte también Juan Diego Díaz, presidente de AEE; Pedro Mier, presidente de Ametic, y José Miguel Guerrero, presidente de Confemetal.
Por su parte, Navantia y Pymar han lanzado una plataforma industrial conjunta para impulsar proyectos de innovación ligados al Perte naval. Todo ello, en busca de sinergias.
MURUETA, EJEMPLO DE INNOVACIÓN
En un sector con fuerte competencia con los astilleros holandeses y asiáticos (coreanos) es clave la búsqueda de ventajas competitivas, basadas en la constante innovación y alta especialización tecnológica. Un ejemplo es el de los Astilleros de Murueta, empresa vasca integrada en Pymar, que acaba de formalizar la contratación de un buque con el armador groenlandés Royal Greenland, perteneciente al Gobierno de Groenlandia. Es la quinta unidad construida para el mismo cliente, con carga de trabajo para 28 meses. Se trata de un buque arrastrero congelador, que “contribuirá a la reducción de la huella medioambiental y contará con un nivel de seguridad y confort del personal a bordo superior al estándar habitual”, según la empresa. Para la consecución de este contrato, Astilleros de Murueta ha obtenido financiación y garantías del ICO, Banco Sabadell, EBN, Cesce y Pymar.