El bunkering Ship-to-ship (STS): “De barco a barco” es un concepto de derecho marítimo
que significa que el armador puede vender combustible, agua u otros suministros a otro
barco sin tener que entrar a un puerto.
Este derecho marítimo internacional puede parecer una práctica obsoleta debido a la
prevalencia de puertos y bahías en todas las costas. Pero sigue siendo relevante en alta
mar y aguas internacionales donde no hay puertos disponibles.
En los últimos años, las transferencias de combustible se han vuelto más comunes como
una forma de transporte de combustible en alta mar.
Las transferencias de búnker tienen muchos beneficios, pero también conllevan una buena
cantidad de riesgos y desafíos. Por ejemplo, si hay un accidente durante una transferencia,
podría provocar contaminación ambiental o incluso un derrame de petróleo que sería
desastroso para la vida marina en el área. De ahí que sea importante contar con una
empresa de instrumentación de medición que evite este tipo de incidentes.
El comercio de combustible búnker es una de las industrias más rentables para las
compañías navieras y los productores de petróleo, pero también tiene consecuencias
ambientales. Los barcos que utilizan combustible búnker emiten humo negro y dióxido de
azufre, que provocan lluvia ácida y contribuyen al calentamiento global.
La Organización Marítima Internacional (OMI) ha tomado medidas para reducir estos
efectos negativos mediante la introducción de nuevas regulaciones sobre los combustibles
para buques. Por ejemplo, la OMI prohibirá que los barcos utilicen petróleo pesado como
combustible a partir de 2020.
Por otro lado, cualquier pequeño error en la medida del combustible puede suponer
pérdidas millonarias para las empresas. Para controlar y eliminar estos errores se requiere
de un sistema de medición de bunkering.
Para el 2006 se comenzaron las pruebas de transferencia de barco a barco de gas natural
licuado. El tiempo hizo ver la importancia de poder hacer transferencias de petróleo y
combustible de barco a barco de forma segura. Para lograrlo se cuenta con sistemas y
herramientas de medición que permiten controlar cada uno de los movimientos y evitar los
posibles daños que se podrían provocar al medio ambiente.
Gracias a estas operaciones que han sido todo un éxito, es posible ahorrar mucho
combustible, dinero y tiempo, y, por ende, perjudicar menos al medio ambiente. De hecho,
se ha presentado como una alternativa a la descarbonización de los mares que cada vez se
ve más como una realidad.
El GNL, implícito en el ship-to-ship es un 30 % más barato que otros tipos de combustibles y menos perjudicial para el medio ambiente. Y es que, gracias a él se reducen las emisiones contaminantes de óxido de azufre, de óxido de nitrógeno y de CO2, algunas de ellas viéndose completamente eliminadas.
Por tanto, no hay duda de que el bunkering es parte de nuestro presente y que jugará un
papel muy importante en el futuro en todo lo relacionado con el comercio marítimo.