La flota irlandesa ha finalizado la campaña de bonito, tras agotar su cuota. Por su parte algunos parejas de arrastreros pelágicos franceses acaban de iniciar su campaña de atún blanco a principios de agosto. En principio, la pesquería se cerró el día 14 para los buques irlandeses, ya que su cuota de 2022, de 3.317 toneladas, se ha cubierto en un 92%.
De momento, la flota de bajura del Norte, con los pescadores vascos a la cabeza, garantiza que habrá bonito en el mes de septiembre, tras haber agotado a mediados de agosto solo algo más de la mitad de la cuota disponible para la actual campaña de una de las principales especies. Se han descargado ya unos 8,5 millones de kilos de bonito, en puertos del Norte. En total llevan agotados un 60 por ciento de la cuota con lo que todavía queda un margen suficiente para seguir con la costera, algo considerado positivo por los arrantzales, que podrán seguir capturando y que, de momento, están vendiendo a precios más competitivos debido a esta oferta más escalonada, aunque con el condicionante de tener que afrontar nuevos viajes con altos precios del gasóleo para culminar la temporada el mes próximo.
El hecho de que la especie se encuentre este año «en aguas más lejanas» y en menor cantidad que otras temporadas explica este alargamiento de la campaña. En los últimos años, la costera de esta especie tenía un cierre prematuro que condicionaba la cuenta de explotación de las empresas pesqueras, pero este año no va a ser así a tenor de las capturas que todavía están en el ecuador.
El pasado año, el 16 de agosto la Secretaria de Pesca comunicó que, como consecuencia de la previsión de agotamiento de la cuota española, quedaba cerrada la pesquería. Por ello, el mantenimiento este año de la campaña hasta septiembre por vez primera en cinco años es considerado como una victoria por los arrantzales. La del 2020 finalizó el día 19 de agosto; la campaña del 2019, el 27 de agosto; y la del 2018, el 23. En 2017 se cerró el 13 de octubre y en 2016, el 5 de ese mes, la época hasta ese momento habitual. El cierre de la campaña tan prematuro de los últimos años suponía un imponderable para los arrantzales que debían centrar las faenas exclusivamente en otras especies como la sardina y el chicharro, al haberse agotado las cuotas permitidas.
El total admisible de capturas de bonito a nivel mundial es de 37.801 toneladas. La cuota para el conjunto de la flota estatal es de unos 18.000, muy baja para los cerca 350 barcos que se dedican a la especie. El precio medio de este año, hasta julio, rondaba los 4,25€/kilo, unos datos que fueron valorados de manera positiva y que anunciaron una buena campaña.
Mala mar
El presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduaien, explica a este periódico que entre las causas del alargamiento de la costera de bonito está el hecho de que «el pescado está más lejos y también hemos comprobado que el recurso no abunda como otros años». A ello se le suma que en la última semana se ha contado con malos tiempos en la mar que han imposibilitado zarpar a los caladeros de pesca. Los arrantzales juzgan que disponen de cuota hasta finales de septiembre con lo que deberán sumar un mayor coste de gasoil ante el alargamiento de las faenas. Además, el precio medio de la especie este año está siendo más alto sobre los 4,10 euros kilo en la lonja frente a los 3, 75 euros del pasado año. «Con el mayor coste que vamos a tener que asumir con el gasoil y el hecho que esté más lejos y la costera dure más, veremos cómo terminamos la temporada que posiblemente se alargará hasta finales de septiembre. Poder vender a buenos precios dependerá también del tamaño de la pesca al final de la campaña», añade Elduaien.
Desde Kofradia, Organización de productores de pesca de bajura de Gipuzkoa, añaden que la campaña de este año «se acerca más a la normalidad de la pesquería del bonito que las dos últimas campañas (que se cerraron a mediados de agosto) que fueron realmente intensas y excesivamente cortas». «Si bien el reparto de la cuota del bonito ayudaría mucho al sector en una mejor gestión de la campaña, la entrada más pausada del bonito está permitiendo obtener unos precios medios superiores que en las últimas campañas», señalan estas fuentes.
También resaltan que la cuota para este 2022 es «histórica», ya que «nunca ha habido una cuota tan elevada, que además cuenta con el sello MSC de sostenibilidad, lo que demuestra que la salud del stock del bonito del norte es buena».