Una ostra plana en los fondos del Mar Menor. / IEO
El Instituto Español de Oceanografía lidera un proyecto científico para contribuir a la eliminación de nitratos en el agua con bivalvos filtradores
El proyecto científico RemediOS, una estrategia liderada por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) trata de mejorar la calidad del agua del Mar Menor mediante la utilización de bivalvos, que eliminarían nitratos gracias a su gran capacidad filtradora.
Después de barajar otras especies en los inicios de esta propuesta de biorremediación –año 2016–, como almejas y berberechos, los investigadores se han decidido por la ostra plana (‘Ostrea edulis’), un molusco que llegó a contar con 135 millones de ejemplares en la laguna hace treinta años. En la actualidad solo quedan unos pocos cientos, 1.000 o 2.000 como mucho, explica a LA VERDAD de Murcia la principal impulsora de esta solución basada en la naturaleza, Marina Albentosa, científica titular del IEO-CSIC en su sede de Lo Pagán (San Pedro del Pinatar).
«Junto con la nacra, la ostra plana entró al Mar Menor en los años setenta del siglo pasado, cuando se abrió el canal del Estacio y cambiaron las condiciones físico-químicas del Mar Menor», recuerda esta fisióloga de bivalvos, que ha tejido una importante red de contactos con otros expertos europeos y norteamericanos que ya trabajan con esta especie en el Mar del Norte, Estados Unidos y Australia.
Cría en cautividad
Apenas hay datos sobre el declive de la ostra plana en el humedal: hay registros de la Cofradía de Pescadores de San Pedro de las pesquerías de 1982 y 1985: 80 y 140 toneladas, respectivamente. No hay constancia de una extracción comercial posterior a esos años. Sí se sabe que era complicado recolectarlas y que pudo afectarles negativamente la extensa pradera de ‘Caulerpa prolifera’, que al parecer «las asfixiaba».
Según unos cálculos muy preliminares, se necesitarían sesenta millones de ostras para que su función filtradora tenga un efecto positivo en las contaminadas aguas del Mar Menor, afectadas por un proceso de eutrofización después de cuatro décadas de vertidos urbanos y agrarios.
Albentosa deja claro además que las ostras ejercerían una función complementaria «dentro de un plan integral de actuaciones que debe incluir la eliminación de los vertidos en tierra».
Y es que las agresiones han generado que’sopa verde’ un humedal de 135 km2, de 21 kilómetros de longitud y una anchura media de 14? Básicamente, un maltrato al medio natural y una negligencia evidente por parte de los responsables políticos y administrativos que no aprobaron la normativa necesaria, no aplicaron la que estaba vigente y tampoco vigilaron las malas prácticas que estaban envenenando un espacio natural que también es el territorio afectivo de miles de personas
PROYECTO ‘REMEDIOS’
- Integrantes IEO-CSIC (centros de Lo Pagán, Vigo y Baleares), ANSE, Instituto de Ciencias Marinas de Barcelona (ICM-CSIC), Fundación Estrella de Levante y universidades del País Vasco y Dalhousie (Canadá).
- Presupuesto 172.000 euros que aporta la Fundación Biodiversidad (Miteco) a través del programa Pleamar, con fondos FEMP.
- Duración Enero a septiembre de 2022.
En los laboratorios del IEO-CSIC de Lo Pagán ya cuentan con diez ostras y esperan llegar a cien, recogidas en las inmediaciones de la isla del Barón. La idea es reproducirlas en cautividad, controlar allí su evolución en tanques hasta que alcancen entre dos y cinco milímetros, para trasladarlas después a unas instalaciones situadas en las Salinas de Marchamalo (La Manga, Cartagena), donde permanecerían adaptándose al medio marino hasta llegar al tamaño de un centímetro.
Llegaría entonces el momento crítico de trasladar las pequeñas ostras al Mar Menor. Según las previsiones iniciales, variables en función de la evolución del proyecto y el presupuesto disponible, se establecerían inicialmente en tres puntos de la laguna –Lo Pagán, Los Alcázares y Los Nietos–, donde también se instalarían plataformas flotantes auxiliares diseñadas por Clavel Arquitectos. La ‘Ostrea edulis’ alcanza su tamaño máximo, entre 10 y 11 centímetros, a los dos años.
«No se trata solo de recuperar una especie, sino también un hábitat», explica Marina Albentosa. «Porque la ostra plana es una especie ingeniero:es el primer eslabón del ecosistema que se pretende restaurar, y en torno a los arrecifes que forma se generará biodiversidad porque allí se refugiarán los peces y en consecuencia aumentarán las capturas». La naturaleza acudiendo en socorro de la naturaleza.