La Confederación Mar Industria Alimentaria, que conforman la Asociación Gallega de Depuradores y Comercializadores (Agade), las conserveras de Anfaco-Cecopesca, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar) y el Clúster de Acuicultura de Galicia transmitieron al ministro de Pesca, Luis Planas, la “profunda decepción y rotundo rechazo” a las medidas de choque aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis en la que se ve inmerso todo el sector pesquero.
Como valoración general estiman las medidas como “absolutamente insuficientes y mal planificadas”, ya que ni tienen en cuenta ni están en consonancia con la complejidad del sector. De forma específica, consideran que son “discriminatorias”, ya que únicamente tienen como beneficiarios a los buques pesqueros y las plantas de acuicultura, obviando que la regulación nacional y de la UE incluye como integrantes de la actividad también a las empresas de depuración, transformación y comercialización de productos del mar que, de una manera ni explicada ni explicable, quedan sin la posibilidad de acceder tanto a las ayudas destinadas a las “medidas de refuerzo por el incremento de costes en el tejido empresarial de actividades críticas del sector primario” como a las “medidas de apoyo al sector agrícola, ganadero y pesquero”.
Desde el reconocimiento de la imperiosa necesidad e insuficiencia de las medidas adoptadas para buques pesqueros y plantas de acuicultura, la Confederación solicitó al ministro de Pesca que se realizasen las modificaciones pertinentes en el Real Decreto-ley para que las empresas de depuración, transformación y comercialización de productos pesqueros puedan acceder a las ayudas en iguales condiciones que los otros operadores de la cadena mar industria que si fueron incluidos como beneficiarios.
«No hemos sido ni convocados»
La Confederación no alcanza a comprender la motivación del Ministerio para esta exclusión de una parte integrante del sector pesquero, “que ni siquiera fue convocado a las distintas reuniones previas a la adopción de las medidas y, máxime cuando nos consta que el Sr. ministro es un buen conocedor del sector y estamos seguros de que tanto él como su equipo son plenamente conscientes de que la actividad pesquera no finaliza cuando el pescado o marisco llega a tierra”, alegan.
A partir de ese momento entra en escena “un potente tejido social y económico que prepara los productos pesqueros para que puedan llegar al consumidor en las mejores condiciones sanitarias y comerciales”, actividades donde es fundamental el papel desarrollado por las empresas depuradoras, transformadoras y comercializadoras que conforman el sector.
En este contexto Agade, Anfaco, Apromar y el Clúster cree que “tampoco se puede escapar al conocimiento del Ministerio de Pesca de que estas empresas vienen y están sufriendo los efectos del aumento de los costes de producción, cuando menos en igual medida que buques pesqueros y plantas de acuicultura, toda vez que necesitan elevados consumos energéticos para desarrollar su actividad y que, amén de las consecuencias de la huelga del transporte, vienen sufriendo una escasez de suministros intermedios (materiales de embalaje, envases, productos de desinfección, …)”.
A consecuencia de la guerra en Ucrania, alegan, ésta se vio tremendamente acentuada, especialmente en el caso de las conserveras con algunos de los productos que utilizan aceite y otros. “Entendemos que hubiera sido necesario que el Ministerio, antes de adoptar las medidas de ayuda, hubiese realizado una comparación de los incrementos en los costes de producción de los distintos segmentos que integran el sector pesquero nacional y, a partir de los datos, se adoptasen las ayudas”, concluyen.
