La huelga del transporte está haciendo mella sobre el sector pesquero español. Si la flota de bajura sigue parada sólo los barcos de arrastre de algunos puertos siguen pescado verdel y la flota de los 300 está capturando sus especies en Reino Unido y Francia. Sus descargas llegan en camión a las lonjas, pero la huelga de transporte puede ser un serio imponderable para esta flota. No obstante, son muchos los comercializadores que habían comprado pescado, pero por la huelga no han podido alcanzar su destino. «El lunes compramos verdel en Ondarroa y lo tengo paralizado en Bailén (Jaén). Me voy a pensar mucho comprar las especies porque no estamos a seguir perdiendo dinero dejando sin pescado a nuestros compradores», decí
En otros puertos la situación es peor porque los pesqueros que llegan a puerto con las bodegas cargadas, sin poder subastar las capturas. Este es el caso de Celeiro y Burela que han dejado de facturar sobre millón y medio de euros semanal. Las cuentas que echa Eduardo Míguez, director adjunto de Puerto de Celeiro, son que se suspendieron 15 subastas y como cada barco factura sobre 70.000 euros, la cantidad resultante supera ligeramente el millón.
Son, en total, en torno a 2,3 millones de euros que se han dejado de facturar esta semana en Celeiro y Burela, pero las pérdidas no se corresponden con esas cantidades. Es, además, una facturación que, a la espera de ver cómo evoluciona la huelga, difícilmente se podrá recuperar. Una de las opciones a las que se ha recurrido esta semana ha sido la de empezar a congelar la merluza, con la depreciación que implica. Pero lo peor es la incertidumbre sobre el futuro.
Galicia, Asturias y Andalucía son las comunidades que están sufriendo en mayor medida el impacto de una huelga que es desigual en el resto de España. Hay la sospecha de que el Gobierno no está reaccionando como debiese, para tratar de ponerle solución de una forma definitiva, porque en comunidades como Madrid, Cataluña o el País Vasco no se está notando tanto. «Vemos que no hay capacidad de gestión de una crisis de esta envergadura», manifestó Eduardo Míguez. Y añadió: «Veo el panorama complicado, porque el Goberno no quiere negociar con una plataforma ue dice minoritaria, pero que no lo es».
Esa es la situación: sin subastas en Celeiro y Burela, y todo ello en el contexto de la convocatoria de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores de amarre de la flota desde el lunes hasta la reunión que mantendrá el miércoles con el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, para explorar medidas para contrarrestar el incremento de los precios por el alza del gasoil.
El sector de altura sigue trabajando
El sector de altura vasco sigue trabajando. En el caso vasco se ha entrevistado con el Gobierno Vasco solicitando que se compla la concesión de bonificaciones ayudas directas a la flota para mitigar los precios del gasóleo.
A través de sus Organizaciones representativas tanto a nivel del Estado español como comunitario, se está planteando el problema y la búsqueda de soluciones en los respectivos ámbitos competenciales, con medidas como solicitar el aumento de las ayudas estatales “ de minimis”, aumento del % de flexibilidad interanual de cuotas como se hizo durante la pandemia, exoneración de tasas portuarias, ayudas a ceses temporales de las actividades pesqueras, reducción del IVA, exoneración o bonificaciones en materia de Seguridad Social, etc…., si bien hasta la fecha no se conocen respuesta concretas a estos planteamientos.
Se da en esta flota, la particularidad de la imposibilidad de poder repercutir en precios las subidas de los costes de producción, dado el especial sistema de venta de pescado mediante subasta, con el riesgo de importantes caídas de precios al tratarse además de productos altamente perecederos, que se pueden ver fuertemente influenciados por factores como los derivados de problemas de transporte que se están dando ahora mismo.
Si ya llevan desde el año pasado con una escalada de precios, con medias por encima de 0,60 € por litro, desde el comienzo de la invasión de Ucrania hemos estado asistiendo a una desorbitada escalada de precios, habiéndose llegado a superar el precio de un euro la semana pasada, lo que supone un aumento de mas de un 60% en el precio en prácticamente dos semanas.
Esta situación ha provocado que algunas empresas hayan decidido amarrar sus buques ante la evidente falta de rentabilidad que supone llenar los depósitos en una situación como ésta , mientras que otros buques han seguido faenando con el gasoil existente a bordo y a la espera de acontecimientos.
Según Kiko Marín, de la OPPO de Ondarroa, «si bien es cierto que llevamos unos días asistiendo a ligeras bajadas, lo cierto es que el precio continúa disparado y coloca a nuestra flota en una situación crítica».
Para hacerse una idea, solo el coste del gasóleo ha pasado de suponer desde
un 25% de los costes totales con un precio de 0,40 €/ litro a suponer más de
un 60% con precio de 1 €/litro.
Así KikoMarín hablaba ante el Gobierno Vasco, «nuestras propuestas concretas tienen que ver con las medidas que, dentro del marco competencial que tenemos, puedan ser adoptadas a nivel de nuestra Comunidad Autónoma y/o territorio histórico, así como un apoyo decidido, tanto a nivel político como institucional para que las medidas a otros niveles competenciales puedan ser asimismo adoptadas».
En lo que al sector de pesca de altura al fresco se refiere, sector que en Euskadi esta concentrado en la Organización de productores de Pesca de Altura de Ondarroa y que cuenta en la actualidad con 17 buques ( 14 arrastreros y tres palangreros), el punto crítico más importante es la situación insostenible que ha supuesto para la flota la escalada del precio del gasoil, un elemento que incide en gran medida en los costes fijos de explotación de los buques pesqueros en general y de los arrastreros en particular.