En Gambia, la pequeña ciudad costera de Gunjur lucha contra una fábrica de harina de pescado china. Todo tiene su causa en que el sur de la capital, Banjul, los residentes locales sufren la contaminación de una planta de Golden Lead.
Agricultores y pescadores se sienten frustrados al ver que las plantas de vegetales se han inundado con el agua amarillenta que se filtra continuamente desde la fábrica hasta los cultivos de hortalizas. «La mayor parte de los productos se destina directamente a alimentar a mi familia y el excedente lo vendo. Luchamos por mantener estos campos porque si no trabajo aquí, ¿a dónde puedo ir?
Establecida desde 2016, la empresa Golden Lead intentó rápidamente ampliar su sitio. Todo ello sin contar con la ira de los habitantes. Tras una denuncia iniciada en 2017 por miembros de la sociedad civil local, el caso fue juzgado el 2 de diciembre de 2021 en el tribunal de Banjul. Desde entonces, se ha redactado una orden para prohibir cualquier proyecto de expansión en las tierras cultivables del pueblo.
Se ha presentado otra denuncia para protestar contra la contaminación del río y los daños medioambientales causados por la actividad de la fábrica. El caso debía presentarse ante el tribunal el 14 de diciembre, pero la vista se aplazó sin que se fijara ningún plazo.
Retrasos en el sistema judicial
Se trata de casos inquietantes, ya que las relaciones diplomáticas -interrumpidas durante veintiún años- entre el gobierno de Gambia y China se reanudaron en 2016, a cambio de la promesa de no mantener ninguna relación oficial con Taiwán. El ex dictador Yahya Jammeh había confiado en las inversiones del gigante asiático para reactivar una economía en dificultades. El actual presidente Adama Barrow ha mantenido este rumbo, tal y como le dijo a su homólogo chino Xi Jinping, que se reunió con él en Pekín en 2017, el año en que asumió el cargo.
La dilación del poder judicial es una decepción para Ahmed Manjang, un activista medioambiental de Gunjur. En 2017, se quedó atónito al descubrir agua roja y petróleo flotando en la superficie de la laguna, así como peces y cangrejos muertos en el borde del manglar. «Los problemas empezaron cuando vertieron sus residuos sin tratar al medio ambiente y luego al mar a través de tuberías que se adentran más de 300 metros en el mar», afirma.
Inmediatamente se puso en contacto con la agencia nacional de medio ambiente, que empezó a ocuparse del caso, acusando a Golden Lead de verter sus aguas residuales sin autorización. Pero finalmente la agencia retiró su denuncia a cambio de promesas de compensación por parte de la empresa china.
Ahmed Manjang apunta a la corrupción y dice que fue la intervención del gobierno la que bloqueó el proceso. El Secretario General del Ministerio de Pesca fue suspendido de su cargo en octubre de 2020 tras las sospechas de corrupción con industriales chinos.
