El mercado del pez espada estadounidense está recibiendo un golpe estrepitoso. Según algunos miembros del sector, la baja producción, la actual crisis sanitaria y económica del COVID-19 y una avalancha de producto procedente de Canadá están afectando al mercado comercial estadounidense de pez espada en el Golfo de México y el Atlántico Sur.
«Los niveles de producción son los más bajos desde el principio de los tiempos», dijo Scott Taylor, propietario de Day Boat Seafood, con sede en Fort Pierce, Florida, en Estados Unidos. «No ha habido ninguna evolución positiva. Tengo más barcos parados en el muelle que pescando». Taylor citó una serie de razones: las repercusiones de la pandemia en el sector de la restauración, que impulsa la demanda de pez espada en EE.UU.; las nuevas normativas del gobierno de EE.UU., incluidas las restricciones a las artes de pesca y el posible cierre por parte de la administración Biden del Monumento Nacional Marino de los Cañones y Montañas Marinas del Noreste de Nueva Inglaterra, rico en pescado; la avalancha de productos más baratos procedentes de Canadá que se han introducido recientemente en los mercados de EE.UU.; y el aumento de los precios del combustible. Taylor dijo que el precio medio de los barcos es de unos 4 dólares (3,55 euros), lo que califica de «insostenible». «Llegará a un punto en el que caerá por un precipicio y se derrumbará», dijo.
Según las últimas estimaciones de desembarcos del NMFS desde enero hasta finales de julio de 2021, los pescadores estadounidenses capturaron unas 477 toneladas de pez espada, apenas el 16% de la cuota anual de casi 3.000 toneladas. Los desembarcos en el mismo periodo de 2020 ascendieron a más de 530 toneladas.
Taylor dijo que temía que EE.UU. se viera obligado a ceder la cuota no utilizada a países que no están obligados a cumplir ninguna norma de seguridad medioambiental o laboral.
Cappy Cheshier, que opera una flota de tres barcos pesqueros en Pompano Beach (Florida), tenía una perspectiva algo más optimista. Cheshier dijo que los precios de los barcos oscilan entre 4,00 y 6,00 dólares (3,55 y 5,32 euros) por libra, un coste que puede considerarse «justo».
Cheshier explicó que los peces más grandes llegan tarde y que hay mucha competencia en el Estrecho de Florida por parte de una fuerte flota de barcos de recreo. Ha estado buceando en busca de langostas para complementar sus ingresos: «Sólo tengo que hacer lo que sea necesario para seguir vivo».
