Tres empresas con sede en Escocia y el mundialmente famoso Instituto Roslin de Edimburgo se han unido para abordar el dramático declive de las ostras planas nativas europeas (Ostrea edulis) mediante el desarrollo de cepas de ostras resistentes a enfermedades a través de una investigación genética avanzada, abordando el impacto devastador de Bonamia ostreae, un parásito protozoario que puede causar infecciones letales en mariscos
El consorcio -The Roslin Institute, The Oyster Restoration Company, Native Aqua y Xelect- dijo que las poblaciones de ostras nativas europeas habían disminuido a menos del 5% de sus niveles históricos debido a la sobreexplotación, la contaminación y enfermedad, y que la iniciativa marca un paso crucial hacia adelante tanto en la restauración ecológica como en el futuro de la producción sostenible de productos del mar.
La colaboración se centra en la identificación de marcadores genéticos que confieren resistencia a Bonamia ostreae. Al combinar la genómica de vanguardia con programas prácticos de cría, la asociación tiene como objetivo cultivar cepas de ostras resistentes que puedan prosperar tanto en entornos silvestres como de cultivo.
El Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo liderará los esfuerzos de investigación genética, identificando rasgos vinculados a la resistencia a las enfermedades.
La Oyster Restoration Company, con sede en Loch Ewe, al noroeste de Escocia, gestionará los esfuerzos de cría y proporcionará ostras para proyectos de investigación.
El proveedor de servicios genéticos con sede en St Andrews, Xelect, utilizará tecnologías avanzadas de detección genética para optimizar la selección de cepas de ostras resistentes.
Native Aqua, con sede en Dundee, fundada por el ex director de Xelect Tom Ashton, aplicará su experiencia en prácticas de cultivo sostenibles, apoyando la adaptación de las ostras en diversos hábitats.
La iniciativa está diseñada para satisfacer las distintas necesidades de varias partes interesadas.
En el caso de la restauración medioambiental, el objetivo es proporcionar ostras robustas y resistentes a las enfermedades para reponer las poblaciones silvestres y restaurar los ecosistemas marinos, y en el caso de la industria alimentaria, el objetivo es suministrar ostras de crecimiento rápido y consistentes adaptadas a las demandas del mercado moderno.
Un enfoque transformador
La investigación está prevista para comenzar en enero de 2025, a la espera de las aprobaciones finales de financiación. Los socios afirman que, al cerrar la brecha entre la ciencia fundamental y las aplicaciones del mundo real, buscan transformar el panorama de la conservación marina y la innovación en acuicultura.
“Esta colaboración representa un enfoque transformador para uno de los desafíos más urgentes de la biología marina”, afirmó el Dr. Tim Bean, investigador principal del Instituto Roslin. “Al aprovechar nuestra experiencia colectiva, no solo estamos avanzando en la comprensión científica, sino también creando soluciones tangibles para la sostenibilidad de nuestros océanos y el futuro de la acuicultura”.
Estableciendo un nuevo estándar
El Dr. Nik Sachlikedis, director ejecutivo de The Oyster Restoration Company, afirmó: “Esta colaboración reúne una poderosa alianza de expertos, unidos por una misión compartida para restaurar las ostras autóctonas europeas y apoyar la acuicultura sostenible.
“Al aprovechar la investigación genética avanzada, las prácticas agrícolas sostenibles y nuestra experiencia en restauración ecológica, no solo estamos desarrollando cepas de ostras resistentes a las enfermedades, sino que también estamos estableciendo un nuevo estándar para la conservación marina. Esta asociación es un testimonio de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos para proteger la biodiversidad, mejorar la seguridad alimentaria y reconstruir ecosistemas vitales para las generaciones futuras”.