Las trabajadoras de la conserva vasca y gallega están protagonizando movilizaciones en los últimos días. Según detallaron las centrales sindicales vascas, la última oferta plantea un incremento salarial del 0,5% este año, del 1,5en 2022 y del 1% en 2023. «Teniendo en cuenta que actualmente el IPC está por encima del 5%, con ese planteamiento perderían de forma significativa poder adquisitivo», recalcaron.
En Bermeo y Ondarroa municipios que concentran la mayor parte de las conserveras, los sindicatos ELA, LAB, CC OO y UGT convocaron una huelga que fue secundada por un 90% de las trabajadoras, cuyas trabajadoras reclamaron en la calle «unos salarios y condiciones laborales dignas».
En las concentraciones tomaron parte operarias de las firmas asentadas en las cercanías de Bermeo y Ondarroa que emplean a cerca de un millar de mujeres
Los trabajadores de las conserveras de Galicia mantuvieron movilizaciones también ante la falta de acuerdo en la negociación del convenio estatal.
El escenario de las protestas fueron las instalaciones de Cefrico, en Vilagarcía; de Bolton Food en O Grove); las de Albo, en Vigo; Frinsa, en Ribeira, y Calvo en Carballo.
La convocatoria respondía a la falta de avances en las reuniones de negociación del convenio estatal que se desarrollaron en Madrid. En ninguna de esas sesiones se dieron «pasos significativos permitan sequera albiscar a posibilidade dun acordo, polo que a central sindical opta por convocar protestas».
Según revelaron fuentes de la CIG, la patronal insiste en suscribir un convenio para 5 años sobre la base de incrementar los salarios un 1,5 % en el 2021, un 1,75% en el 2022; un 1,5% en el 2023, un 1,25% en el 2024 y un 1% en el 2025, sin incluir cláusula de revisión anual del IPC real. Teniendo en cuenta que ese índice en el 2021 «xa supera o 5,4%, a proposta de incremento salarial é inasumible e intolerable»