La OTAN ha lanzado la Task Force X (TFX), una nueva iniciativa destinada a desarrollar, adquirir y desplegar tecnologías emergentes, con un proyecto piloto que operará en el mar Báltico.
La TFX está compuesta por sistemas autónomos diseñados para proporcionar vigilancia persistente, detectar y rastrear amenazas, y mejorar la conciencia situacional en el dominio marítimo, especialmente en el espacio de batalla submarino.
El despliegue inicial de la TFX se centrará en el mar Báltico, aunque el marco está diseñado para ser aplicable y escalable a través de regiones, dominios y conjuntos de problemas, según lo requieran los aliados.
La creación de la TFX es una respuesta a las amenazas submarinas, como los recientes daños a cables submarinos en el Báltico, que se atribuyen a tácticas de guerra híbrida.
La TFX proporciona un marco dentro del cual los estados miembros de la OTAN pueden contribuir con capacidades autónomas a las actividades de la alianza de manera integrada.
La TFX se desplegará inicialmente en el mar Báltico, aunque el marco está diseñado para ser aplicable y escalable a través de regiones, dominios y conjuntos de problemas, según lo requieran los aliados.
La TFX es una iniciativa especializada centrada en ofrecer capacidades que explotan tecnologías emergentes y disruptivas, incluyendo sistemas autónomos e inteligencia artificial en operaciones marítimas, para mejorar la conciencia situacional de la Alianza sobre las líneas de comunicación marítimas y salvaguardar la infraestructura submarina crítica.
En resumen, la Task Force X representa un esfuerzo significativo de la OTAN para adaptarse al cambiante entorno de seguridad internacional, integrando tecnologías avanzadas y promoviendo la colaboración entre los países miembros para contrarrestar las amenazas submarinas y proteger la infraestructura crítica.
