La Comisión Europea ha presentado eltercer informe sobre el Sistema de Preferencias Arancelarias Generalizadas – SPG, que se publica cada dos años, y que constata que las exportaciones a la UE procedentes de los 71 países beneficiarios del SPG aumentaron hasta alcanzar casi 184.000 millones de euros, de los que prácticamente 69.000 millones de euros correspondieron a preferencias especiales del SPG (datos de 2018).
El SPG elimina los derechos de importación sobre las exportaciones a la UE procedentes de los países en desarrollo. Al aumentar las oportunidades de exportación, ayuda a los países a luchar contra la pobreza y crear puestos de trabajo, respetando al mismo tiempo los principios de desarrollo sostenible. Por ejemplo, el informe publicado muestra que, gracias al SPG, países como Sri Lanka, Mongolia y Bolivia abordan de manera más eficaz el trabajo infantil.
La agenda comercial de la UE contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en todo el mundo. Las preferencias dan a los países beneficiarios un incentivo para seguir avanzando hacia la aplicación efectiva de los convenios internacionales relacionados con los derechos humanos, los derechos laborales, el medio ambiente y la buena gobernanza.
En muchos de los 71 países beneficiarios del SPG sigue habiendo problemas, en particular en lo que se refiere a las restricciones impuestas a la sociedad civil y la libertad de los medios de comunicación, el acceso a la justicia, los derechos de las minorías, la pena de muerte y la libertad de asociación. Como consecuencia de los escasos avances, incluso en el caso de algunos de los principales beneficiarios, la UE ha aumentado su seguimiento y ha reforzado su compromiso, en particular en lo que se refiere a los derechos humanos y los derechos laborales. En el caso de Camboya, la UE se ha visto obligada a iniciar el procedimiento para retirar temporalmente las preferencias, debido a la violación grave y sistemática de los principios de convenios fundamentales de las Naciones Unidas y de la Organización Internacional del Trabajo.
En el informe se valora hasta qué punto los países del SPG aprovechan todas las posibilidades ofrecidas por el Sistema. También se examinan una serie de cuestiones generales, como las libertades de la sociedad civil, los avances en la lucha contra el trabajo infantil y las preocupaciones en materia de medio ambiente y buena gobernanza. El informe ofrece ejemplos de cómo trabaja la UE con todas las partes interesadas, como la sociedad civil, las organizaciones internacionales —en particular las Naciones Unidas y los órganos de supervisión de la Organización Internacional del Trabajo— y las autoridades de los países beneficiarios, a fin de aumentar la eficacia del SPG y garantizar que el comercio y los valores progresen conjuntamente.
La industria de la UE es un socio importante para hacer realidad el desarrollo sostenible, al invertir, producir y abastecerse en los países del SPG y al garantizar que se cumplen las normas internacionales en materia laboral y medioambiental.
En 2018, las exportaciones a la Unión Europea procedentes de países en desarrollo que utilizan preferencias arancelarias especiales en el marco del Sistema de Preferencias Arancelarias Generalizadas (SPG) de la UE alcanzaron un nuevo máximo de 69 000 millones EUR. Según el informe de la Comisión Europea sobre el SPG, que se publica cada dos años y se ha dado a conocer hoy, las exportaciones a la UE procedentes de los 71 países beneficiarios del SPG aumentaron hasta alcanzar casi 184 000 millones EUR, de los que prácticamente 69 000 millones EUR correspondieron a preferencias especiales del SPG.
El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, ha declarado lo siguiente: «El comercio es uno de los instrumentos fundamentales de que dispone la UE para abordar, apoyar y mejorar los derechos humanos, los derechos laborales y la buena gobernanza, que constituyen pilares del desarrollo sostenible en todo el mundo. A través del Sistema de Preferencias Arancelarias Generalizadas de la UE, apoyamos a los países en desarrollo para que crezcan y avancen de forma sostenible, en particular por lo que se refiere a la acción por el clima. Nuestros aranceles comerciales preferenciales ayudan a sacar a miles de personas de la pobreza, a reducir las desigualdades y a generar crecimiento económico».
Por su parte, el comisario de Comercio, Phil Hogan, ha afirmado lo siguiente: «Gracias a nuestras preferencias comerciales, la UE importa de países menos adelantados el doble que el resto del mundo.Este instrumento característico de la política comercial de la UE sustenta millones de puestos de trabajo en los países más pobres del mundo y sirve de incentivo para que los países apliquen los convenios internacionales en materia de derechos humanos, derechos laborales, buena gobernanza y medio ambiente».
El Sistema de Preferencias Arancelarias Generalizadas elimina los derechos de importación sobre las exportaciones a la UE procedentes de los países en desarrollo. Al aumentar las oportunidades de exportación, ayuda a los países a luchar contra la pobreza y crear puestos de trabajo, respetando al mismo tiempo los principios de desarrollo sostenible. Por ejemplo, el informe de hoy muestra que, gracias al SPG, países como Sri Lanka, Mongolia y Bolivia abordan de manera más eficaz el trabajo infantil.
La agenda comercial de la UE contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en todo el mundo. Las preferencias dan a los países beneficiarios un incentivo para seguir avanzando hacia la aplicación efectiva de los convenios internacionales relacionados con los derechos humanos, los derechos laborales, el medio ambiente y la buena gobernanza.
En muchos de los 71 países beneficiarios del SPG sigue habiendo problemas, en particular en lo que se refiere a las restricciones impuestas a la sociedad civil y la libertad de los medios de comunicación, el acceso a la justicia, los derechos de las minorías, la pena de muerte y la libertad de asociación. Como consecuencia de los escasos avances, incluso en el caso de algunos de los principales beneficiarios, la UE ha aumentado su seguimiento y ha reforzado su compromiso, en particular en lo que se refiere a los derechos humanos y los derechos laborales. En el caso de Camboya, la UE se ha visto obligada a iniciar el procedimiento para retirar temporalmente las preferencias, debido a la violación grave y sistemática de los principios de convenios fundamentales de las Naciones Unidas y de la Organización Internacional del Trabajo.
En el informe se valora hasta qué punto los países del SPG aprovechan todas las posibilidades ofrecidas por el Sistema. También se examinan una serie de cuestiones generales, como las libertades de la sociedad civil, los avances en la lucha contra el trabajo infantil y las preocupaciones en materia de medio ambiente y buena gobernanza. El informe ofrece ejemplos de cómo trabaja la UE con todas las partes interesadas, como la sociedad civil, las organizaciones internacionales —en particular las Naciones Unidas y los órganos de supervisión de la Organización Internacional del Trabajo— y las autoridades de los países beneficiarios, a fin de aumentar la eficacia del SPG y garantizar que el comercio y los valores progresen conjuntamente.
La industria de la UE es un socio importante para hacer realidad el desarrollo sostenible, al invertir, producir y abastecerse en los países del SPG y al garantizar que se cumplen las normas internacionales en materia laboral y medioambiental.
Este tercer informe bienal va acompañado de diez documentos de trabajo conjuntos, redactados por la Comisión Europea y el Servicio Europeo de Acción Exterior. Nueve de los documentos evalúan los resultados de cada uno de los nueve beneficiarios del régimen del SPG+, mientras que el décimo evalúa los tres países beneficiarios del SPG (Bangladesh, Camboya y Myanmar/Birmania) con los que la UE asumió un mayor compromiso en 2017: un diálogo más intenso sobre cuestiones relacionadas con los derechos humanos y los derechos laborales.
El SPG de la UE tiene tres regímenes:
Un régimen general para los países de renta baja y media baja, que prevé la supresión parcial o total de los derechos de aduana en dos tercios de las líneas arancelarias (quince beneficiarios).
El SPG+ es un régimen especial de estímulo del desarrollo sostenible y la buena gobernanza. Reduce estos mismos aranceles al 0 % a los países vulnerables de renta baja y media baja que aplican veintisiete convenios internacionales relacionados con los derechos humanos, los derechos laborales, la protección del medio ambiente y la buena gobernanza (ocho beneficiarios).
La iniciativa «Todo menos armas» es un régimen especial para los países menos adelantados, a los que concede un acceso libre de derechos y de contingentes para todos los productos excepto las armas y las municiones (cuarenta y ocho beneficiarios).