Vigo. Salvamento Marítimo ha activado una alerta especial ante la presencia de tres grupos de orcas en aguas de la costa atlántica gallega. En los últimos días se han registrado varios incidentes con embarcaciones, algunos de ellos con daños graves que obligaron a remolcar veleros hasta puerto y a desplegar escoltas para garantizar la seguridad de las tripulaciones.
La recomendación a los navegantes es clara: mantener la calma, alejarse de los bordes del barco, no detener la marcha y comunicar inmediatamente cualquier interacción al Centro de Coordinación de Salvamento, incluso cuando no se observen daños visibles en la embarcación.
Un fenómeno en aumento desde 2020
Los expertos recuerdan que estas orcas pertenecen a la subpoblación ibérica, catalogada en peligro crítico de extinción, con apenas unas decenas de ejemplares. Desde 2020, sus interacciones con embarcaciones de recreo, especialmente veleros, se han multiplicado en la fachada atlántica de la península Ibérica.
El patrón de los ataques, centrado principalmente en los timones de los veleros, ha llamado la atención de científicos y autoridades. Las orcas parecen seguir la migración del atún rojo, su principal fuente de alimento, lo que explicaría su coincidencia con zonas de navegación muy transitadas.
Recomendaciones y medidas preventivas
El protocolo de actuación difundido por Salvamento Marítimo busca reducir el riesgo tanto para los navegantes como para los propios animales. No arrojar objetos al agua, no intentar disuadirlas con golpes ni emitir sonidos estridentes son parte de las recomendaciones. Además, se insiste en la importancia de notificar todos los encuentros, ya que la recopilación de datos es esencial para comprender y gestionar el fenómeno.
Preocupación en el sector náutico
Los clubes náuticos y asociaciones de navegantes han expresado su preocupación por el impacto económico y de seguridad que generan estos incidentes. Los daños en timones y cascos suponen reparaciones costosas y, en algunos casos, dejan a las embarcaciones a la deriva en condiciones de riesgo.
Mientras tanto, científicos marinos subrayan la paradoja de la situación: la especie está en una situación de extrema vulnerabilidad, pero su comportamiento imprevisible obliga a extremar la prudencia. “Nos enfrentamos a un reto de convivencia entre la actividad náutica y una especie emblemática al borde de la desaparición”, advierten desde varias entidades de investigación.
