La medida entra en vigor el 29 de octubre y deja en pausa los envíos desde las instalaciones afectadas mientras continúan conversaciones técnico-sanitarias
Las autoridades rusas han comunicado la suspensión de importaciones desde siete plantas chilenas de salmón a partir del 29 de octubre, una decisión que congela temporalmente los embarques desde esos establecimientos “hasta nuevo aviso”. La notificación se produce tras inspecciones y requerimientos adicionales del regulador veterinario y fitosanitario ruso (Rosseljoznadzor).
El alcance del freno es selectivo: Rusia no ha cerrado el mercado al salmón chileno en su conjunto y los envíos del resto de plantas continúan, aunque bajo condiciones y con seguimiento reforzado, incluida la programación de nuevas inspecciones a las instalaciones observadas. Este escenario fue confirmado por fuentes sectoriales y gubernamentales chilenas tras reuniones técnicas celebradas en octubre.
La decisión llega en un momento de alto dinamismo comercial entre ambos países. De acuerdo con datos compilados por el centro analítico de la Fish Union a partir de aduanas de Chile, Rusia importó 42.000 toneladas de productos pesqueros chilenos entre enero y julio de 2025 (USD 230 millones), con 26.666 toneladas correspondientes a salmón (USD 197 millones), un salto notable respecto a 2024. Otras fuentes sectoriales también describen una aceleración de las compras rusas a Chile durante 2025.
En el frente regulatorio, Rosseljoznadzor y las autoridades chilenas venían dialogando desde septiembre por discrepancias en documentación y etiquetado; antecedentes similares ya motivaron restricciones temporales en 2019–2020, que se levantaron parcialmente tras auditorías y ajustes. El patrón sugiere que el desenlace dependerá de acciones correctivas verificables en las plantas objetadas y de la trazabilidad documental que exige el comprador ruso.
Qué mirar a partir de ahora
- Calendario de auditorías y eventuales reaperturas graduales de las siete plantas.
- Impacto en precios y flujos logísticos: si otras plantas desvían volúmenes a Rusia o se reorientan a mercados alternativos.
- Comunicación oficial de Sernapesca y del sector sobre cumplimientos correctivos y estabilidad de los envíos vigentes.
En síntesis: no se trata de un veto general al salmón chileno, sino de una suspensión focalizada que podría revertirse tras verificaciones técnicas. En el corto plazo, el sector operará con mayor escrutinio y gestión de riesgo comercial mientras avanza la agenda sanitaria bilateral.
