Según la organización ecologista Pew, «los principales científicos marinos han dicho que la protección de grandes áreas del mar como reservas oceánicas tiene el beneficio añadido de ayudar a la vida del océano los efectos del cambio climático»según las Actas de la Academia Nacional de Ciencias,
Investigadores de 10 instituciones -incluyendo varios becarios de la comunidad Pew y miembros del comité consultivo científico del Proyecto Pew Bertarelli Ocean Legacy- concluyeron que las reservas marinas altamente protegidas tienen el potencial de proporcionar beneficios de resiliencia climática. Específicamente, las reservas ayudan a los océanos ya la sociedad a adaptarse a cinco impactos clave relacionados con el clima: acidificación de los océanos, aumento del nivel del mar, aumento de la intensidad de las tormentas, cambios en la distribución de especies y disminución de la productividad y disponibilidad de oxígeno.
Este estudio muestra que las reservas marinas pueden ser reservas climáticas, especialmente cuando las áreas protegidas son grandes, bien manejadas, en funcionamiento durante muchos años y estrictas en lo que se refiere a las actividades humanas, según Pew.
Durante décadas, los expertos han promocionado las reservas marinas como refugios para las especies que enfrentan disminuciones de población debido a la sobrepesca, la contaminación, el desarrollo costero y otras presiones. Y la evidencia ha demostrado consistentemente que las áreas protegidas pueden ayudar a fortalecer los ecosistemas y reconstruir la biodiversidad.
Los resultados de este nuevo estudio, dirigido por el Dr. Callum Roberts y el Dr. Bethan O’Leary de la Universidad de York en el Reino Unido, hacen hincapié en la necesidad urgente de que los gobiernos implementen políticas de adaptación al clima para salvaguardar los océanos y las sociedades que Dependen de ellos. Según Roberts, estos hallazgos «demuestran que para aumentar la resistencia de los ecosistemas oceánicos, salvaguardar su vida silvestre, proteger su capacidad para apoyar a las pesquerías, proporcionar protección costera y ofrecer agua limpia y saludable, debemos acelerar la implementación de áreas marinas protegidas efectivas».
Estos hallazgos también refuerzan la demanda mundial de protecciones oceánicas más fuertes. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en su Congreso Mundial de la Naturaleza de 2016, aprobó una moción en favor de la protección de al menos el 30 por ciento del océano para 2030 para evitar la extinción en gran escala de la vida marina. Los gobiernos están tomando nota, y el movimiento para proteger grandes extensiones de espacio oceánico está creciendo. En los últimos años, los países han reservado enormes franjas de océano para su protección, incluso en las aguas de Palau, el territorio de ultramar del Reino Unido de las Islas Pitcairn y el Monumento Nacional Marino de Papahānaumokuākea en las Islas del Noroeste de Hawai.
Los líderes y políticos mundiales que se han reunido en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano en junio deben tomar nota de esta evidencia científica recién sintetizada. Contrarrestar los efectos combinados de la sobrepesca, el calentamiento de las aguas oceánicas y el aumento de la acidez requiere una acción rápida.
Hasta la fecha, sólo 3,5 por ciento del océano ha sido reservado para protección y 1,6 por ciento está totalmente protegido, aunque hay compromisos para elevar la cobertura total de áreas protegidas a 10 por ciento en 2020. Tomar medidas ahora para implementar el espacio oceánico totalmente protegido es Necesarios para salvaguardar los ecosistemas y los beneficios económicos que proporcionan.
Las reservas marinas se señalan como una estrategia rentable en la conservación de los océanos. Este estudio indica claramente que esta herramienta de conservación puede producir múltiples beneficios más allá de la conservación del océano, a escala local, regional y global. El establecimiento de reservas marinas puede ayudar a retrasar los efectos del cambio climático y aliviar algunas de sus dificultades esperadas, como la reducción de la seguridad alimentaria y el aumento del nivel del mar. Grandes reservas altamente protegidas pueden ayudar a asegurar la salud futura de nuestro océano para las comunidades cuyos medios de subsistencia dependen de él.
