El rendimiento económico de la flota de la UE siguió siendo muy bueno, con un beneficio neto de alrededor de 1.400 millones de euros y un margen de beneficio neto medio del 18 %, en 2018, aunque el nuevo escenario del COVID-19 refleja una situación con mucha incertidumbre. Los datos de 2019 apuntan, por su parte, a un mantenimiento del «nivel general de rentabilidad» del sector pesquero comunitario, aunque las pesquerías del Mediterráneo, el Báltico y el Mar Negro registran los menores niveles de beneficios y rentabilidad.
El cierre de hoteles y restaurantes provocado por la crisis de la Covid-19 afecta especialmente a pequeñas pesquerías costeras y embarcaciones en busca de especies de alto valor, mientras que la pesca orientada a los mercados de exportación también sufrió un duro golpe, según un informe publicado este miércoles por la Comisión Europea.
Bruselas ha lanzado una consulta pública con la que inicia los debates sobre las posibilidades de pesca en el océano Atlántico y el mar del Norte para 2021, el primer año sin Reino Unido si el Brexit se produce como está previsto con el cambio de año.
Las autoridades europeas han publicado también el informe anual sobre el estado del sector pesquero en el que remarcan que las proyecciones sobre el rendimiento en 2020 son «altamente inciertas» por los «efectos combinados» que suponen la caída de la demanda y la disrupción de las cadenas de suministro provocadas por la crisis del coronavirus. «Las primeras indicaciones sugieren que el sector pesquero ha sido inicialmente golpeado con dureza por la disrupción del mercado causado por la pandemia de Covid-19, a medida que la demanda ha experimentado una caída repentina», señala el texto, que, sin embargo, apunta a una cierta mejora desde mediados de abril. El descenso de la demanda y la posterior reducción de los precios obligó a muchas embarcaciones a abandonar la actividad, prosigue el documento. En particular, el cierre de hoteles, restaurantes y cafeterías «afectó a segmentos de flota que se centran en especies de alto valor y a pequeñas pesquerías costeras». «Además, fueron muy golpeadas las embarcaciones que dependen de los mercados de exportación», añade.
Alta volatibilidad en los precios de las subastas
El informe del Ejecutivo comunitario ha recogido «alta volatilidad» en los precios en subastas en España, Francia, Países Bajos y Dinamarca, pero en general se han terminado estabilizando en un nivel inferior al periodo anterior al confinamiento.
Según Bruselas, las mejoras «continuadas» en este ámbito se deben «principalmente» al mejor estado de la biomasa del algunos de los ‘stocks’ más importantes, a unos precios medios más altos y a precios «bajos» de los combustibles.
Más allá de esta cifras, el número de embarcaciones europeas continuó con el descenso observado durante los últimos años. En diciembre de 2019 la flota comunitaria contaba con 81.279 buques, lo que supone una reducción de 365 embarcaciones en comparación con el año precedente.
También ha seguido cayendo el empleo en el sector pesquero medido en unidades equivalentes a tiempo completo, que han caído una media de 1,2% desde 2008, en línea con la reducción de la capacidad de la flota. Sin embargo, el salario promedio por unidad de trabajo a tiempo completo ha crecido un 2,5% al año.
La Comisión Europea (CE) valoró las mejoras en el estado de las reservas pesqueras de la Unión Europea pero subrayó que «todavía quedan desafíos» y pidió en particular más esfuerzos de conservación en el Mediterráneo y el mar Negro.
El informe anual sobre la gestión de las reservas pesqueras en la UE, basado en datos de 2018, pone de relieve los progresos en el objetivo de contar con pesquerías más sostenibles y económicamente viables, en particular en el Atlántico nororiental, donde hay el doble de poblaciones que en 2003.
Bruselas subraya la necesidad de continuar con los esfuerzos en el Mediterráneo y el mar Negro y en aguas del mar Atlántico, donde «algunas poblaciones continúan siendo sobreexplotadas o permanecen fuera de los límites biológicos seguros».
Además, la Comisión puso en marcha además hoy una consulta pública para recabar las opiniones de los países, la industria pesquera y otras partes interesadas sobre las oportunidades de pesca para 2021.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, se refirió a la dificultad de los primeros meses del año para el sector pesquero, que la UE ha apoyado con ayudas.
Las proyecciones para 2020 siguen muy inciertas por el impacto de la crisis del coronavirus», dice el informe. «La gestión de la pesca en la UE nos ha traído buenas noticias: ahora tenemos un 50 % más de peces en el Atlántico nororiental que en 2003. Las cifras también muestran que los grandes segmentos de flota se han vuelto muy rentables en los últimos años», dijo en un comunicado. Pese a las mejoras, «los desafíos persisten, por ejemplo, necesitamos intensificar nuestros esfuerzos para eliminar los descartes», añadió.
Los Estados miembros deben intensificar la aplicación y el control del cumplimiento de la obligación de desembarque, en particular mediante el uso de herramientas de control, como los sistemas de control electrónico remoto.
Los salarios de los pescadores también siguieron aumentando, según el informe. Todos los años, la Comisión publica una Comunicación que describe el progreso sobre la situación de las poblaciones de peces y lanza una amplia consulta pública sobre la fijación de las posibilidades de pesca anuales para el año siguiente.
En otoño, la Comisión presentará sus propuestas para el Reglamento de Oportunidades de Pesca para 2021 en el Atlántico, el Mar del Norte y el Báltico, las poblaciones de aguas profundas, así como el Mar Mediterráneo y el Mar Negro.