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viernes, diciembre 12, 2025
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“Redes de España”: cuando las redes viejas se convierten en motor de economía azul circular

Cepesca impulsa, junto a las cofradías y el CTAG, un proyecto que recuperará al menos 100 toneladas de artes en desuso para darles una segunda vida en la automoción y otras industrias

El sector pesquero español quiere demostrar, con hechos, que también es parte de la solución ambiental. Y lo está haciendo no solo en el mar, con medidas de gestión cada vez más exigentes, sino también en tierra firme, donde ha comenzado a transformar un residuo problemático —las redes y artes al final de su vida útil— en una oportunidad industrial y social. Esa es la esencia de “Redes de España”, una iniciativa que la propia Unión Europea presenta como ejemplo replicable de economía azul circular. Committee

El proyecto, coordinado por la Confederación Española de Pesca (Cepesca) junto con la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) y el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), persigue un objetivo muy concreto: recuperar al menos 100 toneladas de redes y artes desechadas de aquí a 2026 y transformarlas en materia prima para nuevos productos, entre ellos componentes para el sector de la automoción. La iniciativa cuenta además con la colaboración de la Plataforma Tecnológica Española de la Pesca y la Acuicultura (PTEPA) y de la asociación Amicos, dedicada a la atención e inclusión de personas con discapacidad intelectual, autismo, parálisis o daño cerebral y sus familias.


De obligación ambiental a oportunidad económica y social

En un contexto de creciente presión sobre los océanos por la contaminación marina y los plásticos, el tratamiento de las redes en desuso es a la vez un reto y una obligación. Hasta hace poco, gran parte de estos materiales acababan almacenados sin destino claro o terminaban en vertedero, desaprovechando un recurso con alto potencial de reciclaje.

“Redes de España” plantea un cambio de paradigma: convertir esa obligación de gestión de residuos en una cadena de valor circular, donde el sector pesquero se sitúa en el origen del proceso, pero no es el único beneficiado. Industrias tan alejadas en apariencia como la automoción encuentran en las redes recicladas un insumo de calidad para fabricar nuevas piezas con menor huella ambiental.


Innovación regulatoria: trazabilidad neta por neta

Uno de los elementos más novedosos del proyecto es su dimensión regulatoria y de trazabilidad. Con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, a través del programa Pleamar, y la cofinanciación de la Unión Europea mediante el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA), se ha diseñado una regulación técnica específica que permite seguir el rastro de cada red recuperada: desde el momento en que se deposita en el puerto hasta su entrada como materia prima en una planta industrial. European Economic and Social Committee

Este sistema pretende convertirse en modelo replicable para otros Estados miembros, en línea con la Directiva sobre plásticos de un solo uso y con los principios de responsabilidad ampliada del productor. Es decir, se busca que los fabricantes de materiales plásticos y los agentes de la cadena asuman también su parte en la gestión del residuo, de forma ordenada y certificable.


Menos carga para los pescadores, más eficacia en el reciclaje

Otra de las claves del éxito de “Redes de España” está en su diseño práctico. El proyecto no exige a las tripulaciones complejas tareas de separación de materiales ni operaciones adicionales que resten tiempo a su trabajo en el muelle. Según la propia descripción del programa, la única condición para el pescador es plegar y etiquetar la red, sin necesidad de desmontar sus componentes, y sin ningún coste extra para el armador o la cofradía.

Esta simplicidad operativa es uno de los factores que lo diferencian de otros programas de reciclaje y que explica su potencial de expansión. Si el modelo funciona en España con un esfuerzo asumible para el sector, será más fácil que otros países lo adopten, contribuyendo a construir un estándar europeo para la gestión circular de artes de pesca.


Puertos piloto y formación en primera línea

El despliegue de “Redes de España” se apoya en una red de puertos clave donde ya se han realizado actividades formativas y de sensibilización: Sanlúcar de Barrameda, Isla Cristina, Burela, Celeiro y Almería. En cada uno de estos enclaves, el proyecto ha contado con la implicación directa de cofradías, organizaciones de productores y otros agentes sociales del territorio.

La iniciativa va más allá de la formación técnica sobre cómo gestionar las redes: incorpora una perspectiva de género y un trabajo específico con colectivos en riesgo de exclusión, fomentando su participación en las nuevas cadenas de valor creadas alrededor del residuo marino. Ahí cobra protagonismo la asociación Amicos, que integra a personas con discapacidad en procesos ligados a la recogida, clasificación o apoyo logístico, reforzando así la dimensión social del proyecto. European Economic and Social Committee


Economía azul circular “made in Spain”, exportable a toda la UE

“Redes de España” encarna la idea de economía azul circular que la Comisión Europea y el propio Comité Económico y Social Europeo vienen defendiendo: aprovechar los recursos marinos de forma sostenible, reducir al mínimo los residuos y generar nuevas oportunidades industriales y de empleo de calidad alrededor de esa transición ecológica. European Economic and Social Committee

Desde la perspectiva comunitaria, la iniciativa demuestra que:

  • El sector pesquero puede liderar proyectos de innovación ambiental, y no solo adaptarse a exigencias externas.
  • Es posible articular alianzas sólidas entre pesca, centros tecnológicos, ONG sociales y administraciones.
  • La trazabilidad y la responsabilidad ampliada del productor pueden pasar del papel a la práctica, con sistemas verificables y exportables a otros países.

Un mensaje al debate europeo sobre plásticos y residuos marinos

Firmado por Javier Garat Pérez, secretario general de Cepesca, el artículo que describe “Redes de España” en el portal del Comité Económico y Social Europeo subraya que la pesca no es únicamente una actividad a la que se le exigen esfuerzos ambientales, sino también un actor proactivo en la construcción de soluciones: desde la gestión de las redes en desuso hasta la reducción de basuras marinas y la contribución a la economía circular europea.

En un momento en el que la UE debate nuevas obligaciones en materia de plásticos, residuos y descarbonización, el proyecto lanza un mensaje nítido: cuando se combinan innovación tecnológica, visión regulatoria y compromiso social, la economía azul puede ser verdaderamente transformadora. Y España, con su flota, sus puertos y su tejido industrial, aspira a situarse en la vanguardia de ese cambio.

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