Algeciras, Cádiz, Gijón y Leixões defienden en el Blue Zone Forum 2025 una estrategia ibérica de cooperación en energía, digitalización y corredores logísticos
Convertir a la Península Ibérica en un polo portuario coordinado y competitivo fue la idea fuerza de una mesa redonda celebrada en el Blue Zone Forum 2025, organizada por la Zona Franca de Cádiz y Navalia Meeting. Los presidentes de las Autoridades Portuarias de Algeciras, Cádiz, Gijón y Leixões coincidieron en que la mejor manera de crecer no es disputarse los mismos tráficos entre vecinos, sino alinear especializaciones y sumar capacidades frente a los grandes hubs del norte de Europa, norte de África y Mediterráneo oriental.
La anfitriona y moderadora, Teófila Martínez (Puerto de Cádiz), reclamó un cambio de enfoque: en lugar de competir “puerto contra puerto” por operaciones limitadas, propuso planificar de forma conjunta para atraer nuevos flujos y compartir infraestructuras terrestres presentes y futuras. A su juicio, distinguir con claridad quién es aliado y quién es competidor es clave en un escenario global de alta rivalidad y fuertes inversiones en corredores logísticos fuera de la Península.
Desde Algeciras, Gerardo Landaluce subrayó que la transición y autonomía energéticas no pueden abordarse en solitario. Abogó por proyectos colaborativos en suministro eléctrico a buques (OPS), combustibles alternativos y eficiencia, además de estrategias comunes en seguridad, digitalización y apertura de mercados. Recordó experiencias de cooperación ya en marcha con otros puertos andaluces e internacionales como ejemplo de la vía a seguir.
La presidenta de Gijón, Nieves Roqueñí, defendió “competir mejor colaborando”. Admitió que en lo cotidiano hay solapes en escalas y servicios, pero insistió en identificar fortalezas complementarias para presentarse al mercado como red ibérica. En sostenibilidad, apuntó que la huella de carbono será un factor decisivo para los cargadores: los productos con logística más limpia ganarán ventaja, lo que exige corredores intermodales y soluciones de bunkering bajo en emisiones.
Por parte de Leixões, João Neves pidió “más unión que nunca” en un contexto internacional volátil. Reclamó compartir conocimiento y datos no sensibles entre puertos para acelerar aprendizajes —especialmente en descarbonización— y puso en valor el papel de la academia y los centros de investigación ligados a las comunidades portuarias para trasladar soluciones al terreno.
En conjunto, los cuatro presidentes llamaron a construir una alianza ibérica que priorice:
- Especialización coordinada de terminales y servicios para evitar duplicidades.
- Energía y clima como eje de cooperación (OPS, combustibles alternativos, eficiencia).
- Digitalización e intercambio de datos para optimizar operaciones y cadenas puerta a puerta.
- Corredores y conectividad terrestre compartidos para mejorar tiempos y fiabilidad.
La conclusión fue nítida: cooperar para crecer. Con una hoja de ruta común, argumentaron, la Península puede captar tráficos hoy en ruta hacia otros polos, elevar la competitividad de sus cadenas logísticas y presentarse al mundo no como piezas sueltas, sino como un sistema ibérico cohesionado.
