La pesquera vasca continúa su proceso de reestructuración y ajustes financieros tras ceder su tercer buque en lo que va de año.
En un nuevo paso dentro de su estrategia de reestructuración, la compañía pesquera vasca Pevasa ha vendido su atunero congelador “Playa de Noja” a una armadora con base en Estados Unidos, según confirma Faro de Vigo . Esta operación representa el tercer buque que la empresa se desprende en los últimos meses en un proceso destinado a sanear su balance y reducir deuda.
El “Playa de Noja”, uno de los cinco buques que integraban la flota moderna de Pevasa —que incluye embarcaciones con esloras de entre 75 y 87 metros y capacidad para 1.100 a 1.400 toneladas de listón—, ha pasado a manos de un comprador estadounidense que aún no ha sido identificado públicamente .
La compañía ya había vendido en enero su anterior atunero “Playa de Aritzatxu” a la viguense Albacora, mientras que en octubre del pasado año se deshizo del “Playa de Bakio” en medio de una reclamación de concurso para reestructurar su deuda . La suma de estas ventas refleja un camino hacia la contención y renovación de activos por parte del grupo vasco.
Este adelgazamiento temporal responde a una estrategia de largo recorrido diseñada por Pevasa en 2023: concentrarse en la pesca directa y modernizar la flota mediante la sustitución progresiva de barcos antiguos por unidades más eficientes y sostenibles . Dentro de este plan, se había anunciado la venta del “Playa de Noja” y la prevista construcción de una nueva embarcación a través de astilleros vascos, alineándose con su intención de mantener al menos ocho atuneros congeladores en operación
Pese a las ventas, Pevasa mantiene su compromiso con la pesca responsable. A través de certificaciones MSC y sistemas electrónicos de monitorización (VMS) en todas sus unidades, busca reforzar su presencia en los mercados internacionales y en la cadena de suministro global
La venta del “Playa de Noja” se produce en un contexto económico complejo para el sector atunero: los altos costes operativos, presiones regulatorias y tensiones en los mercados exteriores han obligado a Pevasa y otras armadoras a revisar su estructura de flota y financieros.
Con este nuevo movimiento, Pevasa acelera su estrategia de transformación: reducir deuda, potenciar la modernización de la flota y conservar la competitividad en un entorno exigente. Lo que vendrá dependerá ahora de la evolución económica del mercado atunero y de la capacidad de la empresa para consolidarse sobre una estructura naval más ágil y sostenible.
