Un total de 700 pescadores vascos han recibido la vacuna de Astra Zeneca después de la aparición de varios positivos en 6 barcos. Los primeros han pasado por el ‘vacunódromo’ de Illunbe., en San Sebastián salvo los tripulantes de seis barcos con sede en Hondarribia que se encuentran confinados al haber registrado nueve positivos.
Más de 700 pescadores de las cofradías de Getaria, Hondarribia -las dos más numerosas con alrededor de 300 personas-, Donostia, Mutriku, Orio y Pasaia recibieron el domingo la primera dosis de la fórmula británica, un día después de que lo hicieran los integrantes de la flota de bajura de Bizkaia y personas de otros territorios que trabajan en barcos guipuzcoanos, según explica Eugenio Elduayen, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Gipuzkoa.
A la cita faltaron los 88 tripulantes de seis barcos de Hondarribia, que se encuentran confinados como consecuencia de los nueve positivos detectados en el cribado realizado el viernes. La voz de alarma la dio la red de rastreadores de Osakidetza. Lo explica el presidente de la cofradía hondarribiarra, Norberto Emazabel. «Hace dos semanas, un barco tuvo un positivo y el martes pasado se dio un caso más en otro barco, por lo que el jueves nos comunicaron desde Salud que el viernes nos harían un cribado para asegurarse antes de la vacunación de que no había más contagios». Hubo un tercer contagio a finales de febrero.
Según Emazabel, un total de 258 pescadores se sometieron al cribado que tuvo lugar el pasado viernes en el ambulatorio de Itsas Etxea de Hondarribia, donde se detectaron nueve casos de coronavirus relativos «a seis barcos diferentes: cuatro barcos de 16 tripulantes y dos de 12», lo que significa 88 personas. «Los que han dado positivo deben estar dos semanas en casa y al resto se les hará nuevas pruebas el día 5 de abril». Los enfermos de Covid «se encuentran bastante bien. Hay alguno que tiene un cierto malestar, pero en general están sin síntomas», apuntaba Emazabel.
En cuanto al sector vacunado, Eugenio Elduayen asegura que «ninguno ha tenido efectos secundarios significativos», más allá de «algo de fiebre o dolor o escozor en la zona del pinchazo, pero nada grave».